¿JESÚS VENDRÁ PRONTO?



¿JESÚS VENDRÁ PRONTO?

Por GARY DEMAR

 

INTRODUCCIÓN

 

            El discurso del Monte los Olivos se encuentra en  tres de los evangelios sinópticos. Mateo 24, Marcos 13, y Lucas 21. Es el bloque más largo de material profético fuera del libro de Apocalipsis.  Muchos creen que Jesús esta describiendo eventos en un futuro distante, nuestro futuro.  Partidarios de esta posición son llamados futuristas. Otras escuelas bíblicas  quienes toman un enfoque más literal a los tiempos del texto, concluyen que Jesús se dirige a sus contemporáneos, que Él esta describiendo sucesos que pasarán a la generación de cristianos del primer siglo viviendo en Judea. Partidarios de  esta posición son llamados  preteristas.  Los preteristas creen que el cumplimiento ciertos textos proféticos ya han ocurrido en eventos importantes que incluyen la caída de Jerusalén en 70 d.C.

Esta primera venida de Cristo en el primer siglo  según los preterista es una venida en juicio que llevó a la destrucción del templo y de la ciudad de Jerusalén antes de que la generación del primer siglo pasara. (Mt. 24:34; 16:27-28). Si bien no es una interpretación popular ni bien conocida hasta ahora, la mayoría de los comentaristas bíblicos conservadores que han escrito acerca de temas proféticos en los últimos 400 años mantienen esta posición. De hecho esto se puede rastrear al primero segundo y tercer siglos.

Si no estás familiarizado con este punto de vista, he puesto el libro junto con una introducción. En la parte uno leerás un breve panorama de la interpretación preterista del Discurso del Monte de los Olivos.  Esto te lleva rápidamente en diez minutos a través de la profecía de Jesús. La parte dos es más detallada. Ninguna sección, sin embargo, responderá a todas tus preguntas. Para un estudio más comprensivo del discurso de los Olivos y otros tópicos relativos a las profecías, chequen mi libro. “Last days madness” (La locura de los últimos días).

  

PARTE UNO

UNA GUIA EN DIEZ MINUTOS A LA PROFECÍA BÍBLICA

            Mi primera introducción a las profecías bíblicas fue a través de “Late Great Planet Earth” (el último gran planeta tierra”,  El del libro de Hal Lindsey,  un evento publicitario en los 70’s. Lindsey presentó un escenario de los últimos tiempos que fue fascinante y perturbador,  especialmente para alguien que no sabe casi nada de la Biblia.  Mientras la novela profética  me presentaba a la Biblia, me sentí confundido inmediatamente,  ahora cuando leo la Biblia encuentro que un gran número de pasajes que él escogió como apoyo de su punto de vista parecen no encajar en la visión bíblica del fin de los tiempos.

            Si las palabras significan cualquier cosa, entonces Lindsey y sus compañeros escritores de profecías están equivocados.  Por ejemplo, ¿cómo puede Jack Van Impe sostener que “El rapto esta cerca1 para nosotros e ignorar la irrefutable enseñanza de la Biblia cuando ésta enfáticamente declara que el tiempo de la venida de Cristo en juicio estaba “cerca” para la iglesia en el primer siglo (Stgo. 5:7, Ap.1:1, 3)?  ¿Cómo puede John Van Diest, editor de 10 razones de  porque Jesús viene pronto, terminar su introducción con la siguiente declaración: “Así con las palabras del propio Jesucristo; ‘si, vengo pronto’ nosotros repetimos con el  apóstol Juan ‘Amen. Ven Señor  Jesús’ ( Ap. 22:20)”2  Van Diest cita un pasaje que fue escrito hace casi 2000 años que dice que la venida de Jesús iba a pasar “pronto”. Apocalipsis dice que los eventos que están por acontecer deben ocurrir pronto (Ap. 1:1),  “porque el tiempo está cerca” ( Ap. 1:3; 22:10, 12).  El libro de Dave Hunts pregunta: ¿Cuándo vendrá Jesús?  El cree que el regreso de Jesús pasará “pronto” porque en el titulo menor,  él promete ofrecer la obligada evidencia para el pronto retorno de Cristo. 3. ¿Por qué pronto no significa pronto cuando  Jesús prometió regresar antes de que pasara esa generación de la  primera centuria  hace casi 2000 años (Mt. 24:34)? 

            Cuando la Biblia usa palabras como “casi”, “pronto”, “rápidamente” , y “a la mano”, estas se refieren  a tiempos y eventos que son próximos a la audiencia contemporánea.

            La palabra dada “está muy cerca”   …. (En 1 Pe. 4:7) se puede referir tanto a proximidad de lugar o tiempo, y esta siempre denota que el lugar o el tiempo referido no fue lejano. En el primer sentido, como referencia a cercanía de lugar, ver Mt. 21:1; Mr. 11:1; Lc. 7:12; 15:25; 18:35, 40; 19:29, 37, 41; 24:46; Hch. 9:3; 10; 21:33; en el otro sentido,  refiriéndose al tiempo como si fuera cercano, ver Mt. 3:2; 4:17; 10:7, 21:34; 26:45; Mr. 1:16, Lc. 21:20, 28; Hch. 7:17; Rom. 13:12; Heb. 10:251Pe. 4:7. La idea como se aplica al tiempo o a un evento aproximado, es indudablemente que esto es cercano a, no esta lejano, esto ocurrirá pronto. 4 

 

UNA PEREGRINACIÓN PROFÉTICA

            En una lectura rápida, el Nuevo Testamento parece enseñar que el templo debería ser destruido (Mt. 22:38, 24:2), Jerusalén podía estar sitiada (Mt. 22:7), y la orden del  Antiguo pacto podría llegar a su fin antes de que muriera el último discípulo (Mt. 10:23; 16:27-28; cf. Jn. 21:18-23).  Jesús profetizó que la serie de eventos devastadores sucedería antes de que la generación del primer siglo pasara (Mt. 24:34). ¿Cómo podría suceder esto?  Lindsey y otros escritores de estudios proféticos, presentan lo que parecería ser evidencia obligatoria de que  las hambrunas, pestes, y terremotos”  Mt. 24:7  levantamiento de falsos profetas”  Mt. 24:22, y “los evangelios predicados a todos las nacionesMt. 24:14, fueron sucesos de los últimos tiempos que fueron dándose en nuestros días. Estaba más confundido.  Yo busqué una respuesta en la Biblia. Calmadamente, empecé a ver que la Biblia es realmente pos si misma, la mejor intérprete.  Jesús dijo habrá hambrunas antes de que  la generación a quienes Él estaba hablando pudiera pasar.  Una hambruna golpeó el Imperio Romano en “días de César Claudio” (Hch. 11:28), quién gobernó de 41 a 54 d.C. Lucas describe la hambruna como si fuera “alrededor de todo el mundo” esto es abarcando las fronteras del Imperio Romano, ya que se utilizó la palabra griega oikoumene (“tierra habitable” o “mundo conocido”) y no kosmos (“mundo”)

            ¿Se predicó el evangelio del reino en todo el mundo para testigo a todas las naciones, antes de la destrucción del templo en el 70 d.C.?

            Aprendí que la palabra griega “mundo” en Mt. 24:14 es la misma palabra griega que Lucas usó en Lc. 2:1 para describir el censo “en todo el mundo”, que tuvo lugar en el tiempo del nacimiento de Jesús. Una  mejor traducción es  “tierra habitable” o “mundo conocido” (confrontar con Hch. 11:28).  Pablo declara sin duda que el evangelio “fue predicado a cada criatura debajo del cielo” (Col. 1:23) en sus días.  El evangelio se ha dado a conocer a “todas las naciones” en aquellos  días (Rom. 16:26). Aquellos que están cautivados por las especulaciones del fin del tiempo o tiempo final, insistirían en que esto no ha pasado.  Este argumento está en la Biblia, no en mí.  El lenguaje de Pablo es claro.

            Por  supuesto aquellos que declaran que Jesús no enseñó  acerca de su venida en justicia pronto sobre Jerusalén siguen  los pasos de los liberales que han declarado que Jesús y los escritores del Nuevo Testamento estaban equivocados acerca del tiempo de los sucesos proféticos.

            Aquí está un ejemplo:

            El contenido de esta revelación, dada por Dios a Jesucristo,  tuvo que estar  en “Que tiene que pasar pronto”.  Si tomamos esto para referirse a que la persecución se incrementaría y que los cristianos deberían estar preparados para esto, entonces él estaba ciertamente probado correctamente para eventos posteriores. Por otra parte,  Juan esperaba aparentemente que el cumplimiento total del plan de Dios se realizara en un futuro cercano, y en tal caso el estaba equivocado.

            Jesús y  los escritores del Nuevo Testamento no estaban equivocados. Después de un prolongado y cuidadoso estudio, encontré que cada uno y todo evento profético, trazado por Jesús en el Monte de los Olivos tuvo lugar previo a la destrucción de Jerusalén en 70 d.C.

            Pronto me di cuenta de algo, que las fuentes seculares del primer siglo sostenían el registro de las profecías bíblicas sin ninguna  referencia bíblica. Toma en cuenta que todos los libros del Nuevo Testamento fueron escritos antes del 70 d.C. por tanto, no tenemos una narrativa histórica inspirada del sitio de Jerusalén y de la destrucción del templo.  Aun cuando estos acontecimientos sean testigos visuales son de utilidad y prestan soporte al registro bíblico.

            Uno de los pasajes de mayor dificultad para reconciliar con el cumplimiento en 70 d.C. es la declaración de Jesús de que antes de que la generación del primer siglo pasara las tribus de Israel “verán al Hijo del Hombre viniendo en las nubes del cielo con poder y gran gloria” ( Mt. 24:30 )  Jesús ofrece la misma profecía a todos aquellos  testigos de su juicio  ante Caifás el sumo sacerdote “ustedes verán al Hijo del Hombre sentado a la diestra del Poder de Dios, y viniendo en las nubes del cielo” (Mt. 26:64). El lenguaje utilizado parece sugerir que aquellos que vivían en el primer siglo podrían ver este suceso.

 

LA CONFIRMACIÓN DE HERMANOS

            ¿Hay alguna evidencia de que aquellos que caminaron con Jesús aplicaron el cumplimiento de estos pasajes a su generación?

            Santiago, el hermano de Jesús, identificaba la venida de Jesús “en las nubes del cielo” con eventos que deberían de pasar pronto, posiblemente dentro de su periodo de vida.

            Eusebio el historiador del siglo cuarto, escribe en su historia eclesiástica que cuando se pregunta acerca de la venida del  Hijo del Hombre Santiago respondió citando las palabras de Jesús citadas para nosotros en Mt. 24:30; 26:64, que dicen: “Desde ahora veréis al Hijo del Hombre sentado a la diestra del Poder, y viniendo sobre las nubes del cielo”. Después de oír esto los oficiales del templo lo desalojaron del “ala del templo” y golpearon  con un bastón hasta sacar sus sesos. Este Martirio de Santiago ocurrió alrededor del 62 d.C., inmediatamente después de la muerte de  Santiago, Vespaciano invadió y tomó Judea. Siete años mas tarde el templo fue destruido en la manera que Jesús dijo que iba a suceder (Mt. 24:2).   El uso de este pasaje del “fin de los tiempos” por Santiago, sostiene la afirmación del Nuevo Testamento y la creencia de la iglesia primitiva de que la venida de Jesús  “en las nubes del cielo”  estaba cercana para ellos.  “viniendo en las nubes” es una metáfora descriptiva que se refiere a la exaltación y majestuosa ascensión de Jesús.  (Daniel 7:13-14).

 

EL REGISTRO HISTÓRICO

            La mayoría de los escritores actuales de estudios de profecías, ven ahora a las “guerras y rumores de guerra” como evidencia clara de que nosotros estamos viviendo en los últimos días. 

            Un estudio anterior al periodo de la destrucción del Jerusalén en 70 d.C. cuenta una historia diferente.  El historiador romano Tácito (56-117 d.C.) escribe en su historia el periodo de “disturbios en Alemania”, “alborotos en África”, “tumultos en Tracia”, “Insurrecciones en Galia” “intrigas entre los Partos”  y “Guerra en Britania” y una “guerra en Armenia”.  Guerras fueron combatidas desde un lado a otro del Imperio en supuesto tiempo de paz. La pax romana.

            El historiador judío Josefo (30-100 d.C.) un testigo ocular de la destrucción de Jerusalén por los romanos, escribe que las guerras civiles romanas fueron tan comunes en el Imperio que no era necesario escribir acerca de ellas en gran detalle.  “He omitido para dar un exacto reporte de ellas, porque estas son bien conocidas por todos, y son descritas por un gran número de autores romanos y griegos

            En Lc. 21:11 somos avisados de que habría “visiones espantosas y grandes presagios en el cielo

            El registro histórico muestra que un cometa apareció alrededor del 60 d.C.  Los cometas fueron considerados presagios de perdición. Nerón tomó la amenaza del cometa muy en serio y habría asesinado a miembros de su propia familia en caso de que ellos vieran el fenómeno estelar como un presagio de los dioses para destronarlo.

            El cometa Halley apareció en el 66 d.C. y más tarde se dijo que representaba una advertencia para los romanos de la caída de Jerusalén en 70 d.C. Además de la aparición del cometa Halley,  Josefo relata: “hay una estrella parecida a una espada, que se mantiene sobre la ciudad, y un cometa que continúa todo el año”  ¿Hay alguna evidencia histórica de que “poder, señales, y prodigios mentirosos(2 Tes. 2:9) acontecieron justo antes de la destrucción de Jerusalén?

            ¿Y qué hay de la aparición de “falsos cristos y falsos profetas”? (Mt. 24:24) Josefo sustentó este registro de la profecía bíblica cuando relató:

            “y ahora estos impostores y embusteros persuaden a la multitud para seguirlos hacia el desierto y pretenden exhibir milagros y prodigios manifiestos, diciendo que pueden hacerlos por la providencia de Dios… además salió de Egipto por ese tiempo a Jerusalén, uno que dijo que era profeta y aconsejó a la multitud y el público en general para que lo siguiera al Monte de los Olivos…El dijo que les podía mostrar como a su mando, los muros de Jerusalén podían caer; y les prometió  que les procuraría una entra a la ciudad a través de esos muros cuando estos cayeran”.

            En otro relato, Josefo habla de un falso profeta: “… quien ha hecho una proclama pública en la ciudad… que Dios le ordena llegar al templo y que ahí deberán recibir señales milagrosas de su liberación.”

            El templo con sus sacrificios de animales oficiados por sacerdotes sin pecado había terminado. El Mesías había venido en la persona de Jesús Cristo setenta años antes.  Él es el templo (Jn. 2:21);  “El cordero de Dios que quita el pecado del mundo” (Jn. 1:29); el Sumo Sacerdote para siempre según la orden de Melquisedec (Heb. 6:20); la Jerusalén Celestial”, la “ciudad del Dios Vivo” (Heb. 12:22).

            ¿Qué significado tiene esto para nosotros?  “Pero ahora Él ha ganado un ministerio excelente, ya que Él es también el mediador de un mejor pacto el cual fue establecido con mejores promesas” (Heb. 8:6)

 

NOTAS

1. Jack van Impe, The Great Escape: Preparing for the Rapture, the Next Event en God’s Prophetic Clock (Nashville, TN: Word, 1998) p.146.

2. John van Diest, 10 Reasons Why Jesus Is Coming Soon: Ten Christian Leaders Share Their Insight (Sisters, OR: Multnomah, 1998) p.8.

3. Eugene, OR: Harvest House, 1993.

4. Catherine Gunsalus Gonzalez and Justo L. Gonzalez, Revelation (Louisville, Kentucky: Westminster/John Knox Press, 1997) p.12.

5. William Cave, Antiquitates Apostolicae or, the History of the Lives, Actos and Martyrdoms or the Holy Apostles of Our Saviour (London: R. Norton, 1672) p.193.

6. Randall E. Otto, Coming in the Clouds: An Evangelical Case for the Invisibility of Christ at His Second Coming (Lanham, MD: University Press of America, 1994).

7. Isaac Asimov, Asimov’s Guide to Halley’s Comet: The Awsome Story of Comets (New York: Walker and Company, 1985) p.6.

 

 

PARTE DOS

EL TIEMPO DE LA GRAN TRIBULACION

UNA PERSPECTIVA PRETERISTA DE MATEO 24:1-34

            Mt. 24:1-34 es un pasaje profético clave, y su interpretación es uno de los temas más controversiales debatido en discusiones  “de los últimos tiempos”. El propósito de este libro es alentar a los cristianos a poner la mirada en la enseñanza pura de la Biblia con respecto a estos y otros textos proféticos. Debemos poner a un lado nuestras interpretaciones preconcebidas y dejar que la Biblia sea por si misma su propia intérprete. Después de todo, este es el único enfoque aceptable para tomar en cuenta, cuando se trata de entender cualquier parte de la Palabra de Dios.  

            Cuando estudiamos Mateo 24 en su contexto bíblico y permitimos  a otros pasajes formar nuestro entendimiento, no tenemos otra opción más que adoptar una interpretación preterista. 

            El preterismo enseña que la mayoría de los pasajes proféticos en el Nuevo Testamento –Incluyendo Mt. 24:1-34ya se cumplieron con la destrucción de Jerusalén en 70 d.C.

            El preterismo simplemente significa “eventos que sucedieron en el pasado.” Si bien, los sucesos descritos por Jesús en el Monte de los Olivos eran futuro para aquellos que  oyeron sus palabras por primera vez, para nosotros están son profecías cumplidas.  No debe haber duda de que la  caída de Jerusalén fue un suceso escatológico clave en la historia bíblica. Este marcó el final de la orden del viejo pacto – el fin del templo, de sacrificios en el templo y el sacerdocio del viejo pacto -  y el comienzo del nuevo pacto en Jesús.

            Es importante considerar toda profecía, incluyendo Mt. 24, considerando el más amplio panorama de convenios.

            A través del Antiguo Testamento, Dios hizo pactos con su gente: si ellos fueran fieles, Él podría ser un Dios para ellos y sus hijos. Dios quería protegerlos y proveerles, y ellos eran requeridos para obedecerle y creer en sus promesas -  la más importante de sus promesas fue la venida de un redentor. Jesús vino a la tierra para el cumplimiento de todas las profecías mesiánicas (Lc. 24:27; 44-49). Él fue el Salvador en el que los israelitas fieles creyeron y anticiparon por siglos. (Lc. 2:25-38).  Aún en el tiempo del ministerio terrenal de Jesús muchos de los líderes judíos habían llegado a convertirse en apóstatas. A través de los evangelios, mucho del enojo de Jesús era dirigido a aquellos que lo rechazaban a Él y a sus mandamientos para establecer un conjunto de leyes humanas, diseñadas por hombres, que tenían el efecto de hacer a un lado “los Mandamientos de Dios” (Mr. 7: 1-13).

            El último rechazo llegó, por supuesto, cuando los principales sacerdotes y ancianos persuadieron a la multitud a pedir a Barrabás y condenar a Jesús a la muerte (Mt. 27:20).  Y para añadir insulto al daño, cuando dieron la oportunidad de aceptar a Jesús como su rey, los principales sacerdotes le gritaron a Poncio Pilatos: “no tenemos otro rey que el César” (Jn. 19:15).

            Aquellos que habían roto el pacto de Dios y llegaron a estar espiritualmente arruinados, serían juzgados si ellos no aceptaban a Jesús como el Mesías prometido. Dios cortaría al judaísmo apostata y daría su reino a “una nación produciendo el fruto del Reino”. (Mt. 21:43)

            Juan el bautista trazó el camino con su denuncia de que  los lideres religiosos  de su tiempo gobernaban por justicia propia y no la de Dios.


            “
Pero cuando vio que muchos de los fariseos y saduceos venían para el bautismo, les dijo ‘Carnada de víboras, ¿quién os enseñó a huir de la ira que vendrá? Por tanto, dad frutos dignos de arrepentimiento; y no presumáis que podéis deciros a vosotros mismos: ‘Tenemos a Abraham por padre’, porque os digo que Dios puede levantar a los hijos de Abraham de estas piedras. Y el hacha ya está puesta a la raíz de los árboles; por tanto, todo árbol que no da buen fruto es cortado y echado al fuego. Yo a la verdad os bautizo con agua para arrepentimiento, pero el que viene detrás de mí es más poderoso que yo, a quien no soy digno de quitarle las sandalias; El os bautizará con el Espíritu Santo y con fuego. El bieldo está en su mano, y limpiará completamente su era; y recogerá su trigo en el granero, pero quemará la paja en fuego inextinguible”.  (Mt. 3:7-12)

            Hay mucha otras declaraciones proféticas en los evangelios que se refiere a la caída  temprana de Jerusalén. (ver  Mt. 21:33-46; 22:1-14; 23:31-38).

            Jesús mismo profetizó que Él regresaría en juicio antes que la generación del primer siglo pasara, para traer juicio a las naciones que lo habían rechazado. Más tarde, después de la muerte  y resurrección de Jesús, la iglesia estaba en continua advertencia para que se preparara de la furia venidera.  Pero muchos líderes judíos continuaron rechazando a Jesús y además persiguieron a Su iglesia. Pablo habló de estos judíos como aquellos que “siempre llenan la medida de sus pecados”; y también habló sobre “La ira ha llegado.. hasta más no poder” (1 Tes. 2:16). 

            Muchos versículos en el Nuevo Testamento apuntan a una dramática serie de sucesos que sacudirían la tierra, que el mundo del primer siglo experimentarían pronto.  (ejem: Rom. 12:11-12; 1 Cor. 7:26, 29-31; Col. 3:6; Heb. 10:25, 37; Stgo. 5:8-91 Pe. 4:5, 7; 1 Jn. 2:17-18). El juicio contra el judaísmo apóstata culminó con la caída de Jerusalén en el año 70 D.C.

            El punto de vista profético más popular en nuestros tiempos es la dispensacionalista premilenialista.  La creencia de que la Biblia esta dividida en una variedad de “dispensaciones”   y  que la mayoría de los pasajes proféticos en la Biblia se refieren a un tiempo aun en nuestro futuro.

            La escuela moderna dispensacionalista gusta de argumentar que sus enseñanzas proféticas son tan antiguas como las colinas y que el preterismo es el nuevo niño descabellado del bloque profético, pero un análisis de los comentaristas bíblicos probaran que lo opuesto es la verdad.

            El dispensacionalismo es relativamente nuevo y ha llegado a ser popular solo dentro de los últimos cien años con la publicación de “Scofield Reference Bible”  la cual apareció por primera vez en 1909 y fue revisada en 1917. 10

            Por otro lado el preterismo (la creencia de que las profecías clave del Nuevo Testamento fueron cumplidas en el primer siglo)  es por mucho la perspectiva escatológica dominante dentro de la historia completa de la iglesia. Una revisión simple de la manera en que los comentaristas bíblicos han interpretado Mateo 24 a través de la historia de la iglesia, mostrará que por siglos la frase “esta generación” en Mt. 23:36; 24:34 fue interpretada  como la generación del tiempo de Jesús, no una generación distante. Además estos comentaristas dan a entender que todos los sucesos previos a Mat. 24:34 se refieren a sucesos mas importantes e incluye la caída de Jerusalén en 70 d.C.

             Henry Hammon (1653): “Te aseguro que a la edad de los que aun viven, debería ciertamente haberse cumplido todo lo que ha sido dicho en este capítulo

John Lightfoot (1658): “ por lo tanto, es suficientemente claro que los versículos previos a (Mt. 24:1-34) no son para ser entendidos como del juicio final, pero como ya dijimos, si de la destrucción de Jerusalén. Había algo entre dos discípulos, (especialmente Juan) quien vivió para ver que todas esas cosas sucedieran. (En Mt. 16:28, comparar con Jn. 21:22 )  y hubo algunos rabinos (SIC) que vivieron en el tiempo cuando Cristo habló de estas cosas, que vivieron hasta que la ciudad fue destruida. 11, 12

             Philip Doddrige (1750): “y verdaderamente les digo a ustedes; y les insto a observarlo, como absolutamente necesario a fin de entender lo que he estado diciendo, que esta generación de hombres que ahora viven no pasará hasta que todas estas cosas sean cumplidas. Por lo que he predicho concerniente a la destrucción del estado judío que esta próximo, que algunos de ustedes vivirán para verlo todo con una terrible exactitud” 13

              Thomas Newton (1755): “Para mi es increíble como cualquier hombre puede presentar parte del discurso previo a la destrucción de Jerusalén, y parte para lo del fin del mundo, o cualquier otro suceso distante, cuando este es dicho tan positivamente como sigue:  Todas estas cosas se cumplirán en esta generación.”14

             John Gill (1766): “Esta es una completa y clara prueba, que no todas las cosas que se han dicho antes (V. 34), se relacionen con la segunda venida de Cristo, el día del juicio y el fin del mundo, sin embargo  todas ellas pertenecen a la venida del Hijo del Hombre en la destrucción de Jerusalén, y el fin del estado judío” 15

             Thomas Scott (1817): “ Esto limita absolutamente nuestra principal interpretación de la profecía de la destrucción de Jerusalén, que tuvo lugar dentro de los cuarenta años” 16

            Muchos dispensacionalistas asumen que Mt. 21:1-34 describe una tribulación en un futuro distante, un rapto y un regreso físico de Cristo.  Esta es una interpretación conveniente para aquellos que sostienen una orientación futura para todos los pasajes proféticos en las escrituras.

            Un examen más cercano muestra que no se sostienen como verdadero el significado claro del pasaje. Es crucial que permitamos que el tiempo que rige al texto de Mt. 23:26; 24:34  sea nuestra guía para interpretación. Debemos dejar que la Biblia defina términos y frases, de este modo veremos que esta sección entera se ajusta claramente dentro de una marco de tiempo cumplido en 70 d.C.

            Como todo en la Biblia, Mateo 24 no puede entenderse completo sin un estudio de su contexto, el cual fluye desde el capítulo 23. Tengamos en mente que en  los manuscritos originales de la Biblia, no hay división de versículos ni capítulos. En el texto griego, el capítulo 24 sigue inmediatamente después del capítulo 23. 

            Los discípulos acababan de escuchar a Jesús pronunciar “ayes” sobre los escribas y fariseos, quienes “se habían sentado por si mismos en la silla de Moisés” (Mat. 23:13-16, 23, 25, 27, 29).

            Jesús finalizó con sus “bombardeos” : “He aquí, vuestra casa se os deja desierta(Mat. 23:38). El  capítulo 24, empieza con: “Cuando salió Jesús del templo, y se iba, se le acercaron sus discípulos para mostrarle los edificios del templo(Mt. 24:1). Entonces La “casa” que dejaría “desierta”, era el templo del primer siglo que debía ser reconstruida bajo la dirección de Herodes el grande.

            Obviamente, los discípulos estaban escandalizados. Es por eso  que le preguntaron a Jesús: “..., cuándo sucederá estas cosas  y cuál será la señal de tu venida y del fin de este siglo? (Mat. 24:3).

            La respuesta de Jesús a esta pregunta debe ser entendida a la luz de lo que Él había dicho en el capítulo anterior. El tema y los oyentes no habían cambiado.  Jesús acababa de decir a los escribas y fariseos “:“En verdad os digo que todo esto vendrá sobre esta generación(Mt. 23:36).

            Jesús y Sus discípulos estaban discutiendo preguntas relacionadas con el tiempo y las señales de la destrucción de Jerusalén, ya que este era el tema de discusión.

            Muchos de los líderes religiosos rechazaron a Jesús como el Cristo , así ellos serían juzgados y la orden del viejo pacto terminaría con la destrucción de Jerusalén.  Esta sería “la señal” del “fin de siglo (aion)” del viejo pacto y la consumación del Nuevo Pacto.

            El tiempo del texto “de esta generación” encontrado en Mt. 23:36; 24:34 es crucial para el correcto entendimiento  de esta profecía. Estos dos textos son los extremos escatológicos de este estudio. 

 “Ciertamente les digo, que, todas estas cosas sucederán sobre esta generaciónMt. 23:36

             “Ciertamente les digo, que, esta generación no pasará hasta que todas estas cosas sucedanMt. 24:34

            Emparedado entre estos dos textos, está el “indicador” de tiempo  de los textos, los versículos que describen las señales principales de la destrucción del templo, el fin del siglo, y del Juicio de Jesús que vendría sobre Jerusalén que tendría lugar antes de que pasara la generación del primer siglo.

            Los dispensacionalistas no creen que la frase “esta generación” se refiere a la generación a la que Jesús estaba hablando sino a alguna generación futura. Existe un sinnúmero de problemas con esta suposición.

            PRIMERO, proyectando este pasaje a un futuro cumplimiento pasaría por alto su interpretación literal.  Jesús dijo: “Esta ésta generación no pasará hasta que todas estas cosas sucedan”  Algunos tratan de rodear el significado claro de la frase, afirmando que hubo un cumplimientos parcial en 70 a.C. pero que habrá un cumplimiento mayor o secundario en algún tiempo de nuestro futuro.  Esta no es una lectura natural y literal de el texto. “todas estas cosas” ocurrieron claramente dentro de “esta generación” en ese periodo de tiempo. El texto no sostiene la interpretación de que hay una brecha entre los sucesos del 70 d.C. y futuros sucesos dos mil años después de que Jesús lanzara la profecía.  “Esta generación” y “todas estas cosas” van juntas. No hay nada en el discurso del Monte de los Olivos que nos lleve a creer en algún tipo de “doble cumplimiento” donde estos sucesos se repiten por sí mismos en un periodo de tribulación futuro con una reconstrucción del templo.

            SEGUNDO, siempre que Jesús usó la frase “esta generación” se refería a la generación a la que les hablaba. Aquellos que niegan esto deben sostener que en esta única instancia la frase significa algo diferente por la forma en la que esta utilizada a lo que pudiera significas en cualquier otro lugar en Mateo y en los otros Evangelios.

            El “esta generación” de Mt. 23:26 claramente se refiere a los fariseos y su generación contemporánea. ¿Por qué deberíamos interpretar “esta generación” en Mt. 24:34 de algún modo diferente, especialmente, dado que, Jesús estaba respondiendo a la pregunta de sus discípulos referente a su generación y a los escribas y fariseos que Jesús acababa de condenar? Siempre que la frase “esta generación” es utilizada en los evangelios,  esta significa la generación contemporánea.  Esta nunca significa raza (genos), como afirman algunos dispensacionalistas. Cuando la palabra griega  genea se utiliza se traduce como “generación”.

            Aquí tenemos una lista de versículos con cada incidencia de genea “generación” y de “esta generación” dentro de los evangelios:

Mat. 1:16; 11:16; 12:39, 41, 42, 45; 16:4; 17:17; 23:36; 24:34;

Mk. 8:12, 38; 9:19; 13:30;

Lk. 1:48, 50; 7:31; 9:41; 11:29, 30, 31, 32, 50, 51; 16:8; 17:25; 21:32.

En cada caso estos versículos describen eventos que se aplican a la generación del primer siglo.

            TERCERO,  noten cuantas veces Jesús utiliza la palabra “ustedes” en el pasaje paralelo en Lc. 21:12 Ellos os echarán mano, y os perseguirán, entregándoos a las sinagogas y cárceles, llevándoos ante reyes y gobernadores por causa de mi nombre (ver también los versículos Lc. 21:13-20, 28, 30). Lucas 21, Mateo 24 y Marcos 13. Todos los pasajes paralelos en los cuales se describen el mismo desarrollo de sucesos  en el mismo periodo de tiempo, todos ellos  utilizan el lenguaje que indican cumplimientos  dentro del primer siglo d.C.

            Thoma Ice y Tim LaHaye  afirman que Mt. 24:34 debe leerse de esta manera: “La generación que ´vea´ estas cosas no pasará hasta que todo esto sea cumplido” noten que ellos sustituyen “la” por el demostrativo “esta” la cual cambia el sentido del pasaje de una generación específica “esta generación a cualquier generación. Pero si a la generación a la que Jesús estaba hablando.  “esta” siempre se refiera a algo que está cercano, ya sea en tiempo o en distancia. Para complicar más las cosas, el estudio de profecías bíblicas de Tim LaHaye incluye este comentario acerca de Mt. 24:34, “esta generación no pasará”. Esta es una referencia a la generación futura que viviría para ver todas las señales enlistadas en los versículos previos con cumplimiento en sus vidas.

            “Así, también vosotros, cuando veáis todas estas cosas, conoced que está cerca, a las puertas.” Mt. 24:33) El uso de “Ustedes” durante el capítulo 24 se refiera a la audiencia a quién Jesús habló, no a una audiencia futura no especificada.  Si Jesús quisiera designar una audiencia futura, Mt. 24:34 podría leerse como sigue: “aquella generación no pasará hasta que todas esas cosas se cumplan”.  Además, Jesús pudo haber usado “ellos” en lugar de “ustedes ( Mt. 24:2, 4, 5, 6, 9, 15, 20, 23, 26, 33).

            CUARTO noten que Jesús advirtió a sus seguidores huir a Judea cando ellos vieran el cumplimiento de los eventos que Él describió. Esta advertencia se emplea claramente a la destrucción de Jerusalén en 70 d.C.  Jesús advirtió a su gente que cuando ellos pudieran ver el aumento de la persecución por  los romanos y vieran al ejército romano descender hasta Jerusalén, ellos deberían huir de la inminente “gran tribulación” (Lc. 21:20).

 

UNA EXPOSICIÓN DE MATEO 24:1-34

            A medida que avanzamos a través de este pasaje, consideramos estos versículos desde la perspectiva de los discípulos de Jesús, la audiencia original.  ¿Qué debieron haber pensado cuando Jesús hablo de eso? ¿Qué conclusión sacarían además de una conciencia de que el juicio iba a llegar a su generación? ¿Pudieron con sorpresa concluir que Jesús estaba hablando de una generación en un futuro distante?  Esto está muy alejado de lo que ellos pensaban, ya que ellos estaban impresionados por la inminente naturaleza de la tribulación venidera.  El estudio siguiente es un análisis, versículo a versículo de este importante capítulo.

“Cuando salió Jesús del templo, y se iba, se le acercaron sus discípulos para mostrarle los edificios del templo. Mas respondiendo, Él les dijo: “¿Véis todo esto? En verdad os digo: no quedará aquí piedra sobre piedra que no sea derribada”. Mt. 24:1-2

            Cuando los discípulos de Jesús oyeron su predicción acerca de la “desolación” del templo y la ciudad, en Mt. 23, ellos  “vinieron para mostrarle el edificio del templo” como para decirle: “Señor, ¡quieres decir este templo!” sin embargo Jesús confirmó sus anteriores declaraciones del juicio inminente asentando que “ no quedará aquí piedra sobre piedra”. Jesús no estaba describiendo que pasaría en algún otro templo reconstruido en el futuro. Él estaba hablando acerca de la destrucción del templo que se levantaba ante ellos en ese tiempo.  Probablemente  estupefactos los discípulos preguntaron a Jesús una pregunta multifacética.

            Y estando Él sentado en el monte de los Olivos, se le acercaron los discípulos en privado, diciendo: “Dinos, ¿cuándo sucederá esto y cuál será la señal de tu venida y de la consumación de este siglo?”. Mt. 24:3

            La  pregunta de los discípulos involucró un número de sucesos mutuamente relacionados: El tiempo de la destrucción del templo y las señales que mostrarían la venida de Jesús en juicio, que traería el final de su era.  (Confrontar con 1 Cor. 10:11; Heb. 1:1-2).

            Los discípulos vincularon el fin de su era con la venida de Jesús: “esta última frase esta determinada por un simple artículo definitivo en griego, el cual indica  que “la venida” (parusía) y el “cierre de la era” son descripciones del mismo suceso. 19

            Los discípulos estaban asombrados por esta profecía, que el templo y todo lo que el templo incluía – el sacerdocio, los sacrificios y la economía judía entera – tendrían un pronto fin. Su pregunta no debió referirse a la segunda venida de Jesús; como algunos afirman. ¿Por qué estarían preguntando por una segunda venida física  de Jesús de las  nubes a la tierra en un futuro, cuando ellos no comprendían hasta ese momento, el significado de su primera venida que incluía su muerte resurrección y ascensión?

            Los discípulos igualaron la destrucción del templo con la venida de Jesús en juicio y con el fin de la era.

            La destrucción del tempo podía dramáticamente marcar el fin del viejo pacto del sistema de redención con sus sacrificios y rituales.

            Desde estos inicios, estos rituales fueron solo símbolos del trabajo  venidero de redención de Cristo, y el perfecto cordero de Dios podría dejar el templo de los sacrificios totalmente innecesario.  “Fin de la era” es una frase conveniente. Esta se refiere a la terminación del exclusivo derecho judío de las promesas del pacto y la inclusión de los gentiles dentro de las bendiciones del pacto (ver también Mt. 21:41, 43; 22:10). Bajo el Nuevo Pacto, el templo fue reemplazado por el cuerpo de Jesucristo (Jn. 2:19-22) y por la iglesia (2 Cor. 6:16).

            ¿Cómo es posible que Jesús “vino” en 70 d.C.? Debemos permitir que la Escritura interprete a la  Escritura y evaluar que significa “viniendo” en pasajes paralelos.  A través del Antiguo Testamento, Dios “vino” en juicio (Gen. 11:5; Ex 3:8; 19:9; 34:5; Sal. 18:6-17; 72:6; 104:3; Is. 19:1-4; 31:4; Miq. 1:3-5; Mal. 3:5) Adicionalmente, el Nuevo Testamento habla de la venida de Jesús en  juicio (Mt. 10:23; 16:27-28; 26:27-28; 26:64; Mr. 14:61-62). Note cuantas veces Jesús amenaza con enjuiciar a las iglesias de Asia Menor por su venida (Ap. 2:5, 16; 3:3). Esto no tendría sentido si en estos versos la venida referida es una venida en un futuro distante. La amenazada venida es local y particular para un cierto periodo de tiempo y lugar.

            Además, Jesús establece constantemente que su venida en juicio esta “cerca”. De hecho en Mt. 16:27-28 nos dice que su juicio podría venir antes de que el último apostol muriera: “ .. el Hijo del Hombre vendrá en  la gloria  de su Padre con sus ángeles entonces compensara a cada hombre de acuerdo con sus acciones. Verdaderamente les digo, hay alguno de ellos  que están parados  aquí que no verán muerte hasta que vean al Hijo del Hombre viniendo en su Reino.”  Pedro ciertamente entendió que la venida  de Jesús estaba cerca.  El preguntó específicamente si Juan estaría vivo cuando Jesús viniera (Jn. 21:21-22). 

            Fue Pedro, quien escribió en su primera epístola que él estaba escribiendo en “los últimos tiempos” (1 Pe. 1:20) y que el “fin de todas las cosas estaba a la mano” (4:7).

            Después de que los discípulos preguntaron a Jesús aquella pregunta acerca de cuando Él vendría en juicio, Él respondió con instrucciones específicas:

            Y Jesús respondió….(Mt. 24:4-8)

            El primer punto a notar en las palabras de Jesús es que Él claramente dirigió sus palabras a sus oyentes presentes y les advirtió acerca de los sucesos alrededor de la destrucción del templo que estaba de pie ante ellos. “Vean que nadie los engañe”. Ellos podrían oír de “guerras y rumores de guerras….Vean que no se asusten.” Los discípulos podrían ser entregados a la tribulación: “Ellos los matarán,” y “pueden ser odiados”. La lógica es obvia: La advertencia de Jesús fue para la generación de discípulos que preguntaron acerca del juicio venidero.

            Segundo, Jesús advirtió a sus seguidores estar en vigilia de las señales o prodigios que fueran el preludio de su venida en juicio.  Las señales fueron comunes. Él les advirtió que verían falsos mesías, guerras y rumores de guerras, hambrunas, y terremotos. Si nosotros miramos brevemente a cada una de estas señales específicas, veremos claramente que todas estas profecías se cumplieron en la generación posterior a la que Jesús habló  primero estas palabras en el monte de los olivos.  Jesús advirtió a sus discípulos de cuidarse de los falsos mesías. Sabemos de textos bíblicos posteriores, tan bien como de historias  seculares de ese tiempo que los falsos mesías en efecto aparecieron pronto en la historia de la iglesia.  El libro de Hechos nos da muchos ejemplos. Uno de esos tales mesías, Judas de Galilea, “se levantó en los días del censo y  atrajo a alguna gente con él” (Hch. 5:37). Otro falso cristo descrito en Hechos es Simón quien reclamaba llamarse “El gran poder de Dios(Hch. 8:9-11; 5:36; 13:6). Historiadores como Eusebio y Josefo también registraron los surgimientos de falsos mesías durante el primer siglo d.C. Eusebio habla de “ciertos hombres  fueron sobornados por demonios como sus representantes, quienes dijeron que ellos eran dioses…Simón, un samaritano de la provincia llamada Githon, fue uno de los muchos que durante el reinado del César Claudio, realizó muchos ritos mágicos por la operación  de demonios y fue considerado dios.” Josefo refiere de un cierto impostor llamado Teudas (quien) persuadió a gran número para seguirlo al rio Jordán el cual afirmó que lo dividiría para pasar.  Hubo muchos de estos impostores haciendo víctimas por la credulidad de la gente que bajo la procuraduría de Felix, “Muchos de ellos fueron aprehendidos y asesinados cada día. Ellos seducen a gran número de gente que aún esperan al mesías.” También el autor dispensacionalista Larry Spargimino admite “Hubo otros periodos de ayes (infortunios) para la ciudad de Jerusalem que trajo miseria incalculable a la gente. Y falsos mesías no estaban limitados al primer siglo.

            La siguiente advertencia de Jesús de “Guerras y rumores de guerras” y  el levantamiento de “reino contra reino” justo como Él lo predijo, fue esparcida confusión por todas partes en esa generación. Los anales de Tácito, cubren el periodo de 14 d.C.  a la muerte de Nerón en 68 d.C., describe  el tumulto  del periodo con frases tales como “Disturbios en Alemania, alborotos en África,” “tumultos en Tracia,” “insurrecciones en Gaul” “Intrigas entre los Partos”  “la guerra en Bretaña,” y “la guerra en Armenia”. Guerras fueron peleadas desde un lado del imperio hasta el otro. Todo esto tuvo lugar durante la Pax Romana, La paz romana. Las guerras no son señales excepto durante el tiempo de declaración de paz.

            Cristo también dijo a sus discípulos que las hambrunas en la tierra significarían el acercamiento del juicio¿Hubo hambrunas durante este periodo de cuarenta años? Por supuesto que hubo.  Empezando con el libro de Hechos, vemos que las hambrunas prevalecieron en el periodo previo a la destrucción de Jerusalén en 70 d.C.  “En aquellos días unos profetas descendieron  de Jerusalén a Antioquía. Y Uno de ellos llamado Agabo levantándose daba a entender por el Espíritu, que vendría una gran hambre en toda la tierra habitada (Griego: oikoumene). Y  esto sucedió en el reinado de Claudio. Entonces los discípulos, cada uno conforme a lo que tenía, determinaron enviar socorro a los hermanos que habitaban en Judea” (Hch. 11:27-29). La hambruna fue tan grande que la iglesia tan lejana como los corintios participaron en el socorro. (1 Cor. 16:1-5; Rom. 15:25-28) El imperio romano completo fue afectado.

            Adicionalmente,  historiadores seculares atestiguan el hecho de que hubo hambrunas durante aquellos días.  Tácito escribe alrededor del año 51 d.C.: Este año muchos testimonios…repetidos terremotos…falta de maíz, resultando hambruna…se estableció que había no más de quince días de suministro de comida en la ciudad (de Roma).

            Josefo también reporto las miserables condiciones de hambruna ocasionada por el sitio de Jerusalén por Tito: “ Entonces la hambruna amplió su progreso, y devorando gente por casas y familias enteras, los aposentos altos estaban llenos de mujeres y niños que estaban muriendo por hambruna; y las veredas de la ciudad estaban llenas de los cuerpos muertos de la edad; los niños también y los hombres jóvenes vagaban por los mercados como sombras, todos hinchados con el hambre, y cayendo muertos donde fuera que su miseria se apoderara de ellos.24  Todos estos reportes fueron evidencia dramática para los discípulos de que la profecía de Jesús iba a pasar a su generación, justo como Él dijo que pasaría.

            En Mt. 24:7 Jesús también hablo de temblores que continuarían a la caída de Jerusalén. Hechos registra que hubo un “gran terremoto” que sacudió “los cimientos de la prisión” (Hch. 16:26). De acuerdo con los acontecimientos históricos, esto no es un caso poco común de aquel tiempo.  Mejor dicho, un asombroso número de temblores sucedieron  por todo el imperio romano en el periodo anterior al 70 d.C. Josefo escribe que los temblores  fueron calamidades frecuentes, y describe un temblor en Judea de tal magnitud que “la constitución del universo estaba confundido por la destrucción del hombre”. 25  

            Mucha de la atención  ha sido enfocada en el número de huracanes que golpeó los Estados Unidos en 2005 y el tsunami que golpeó Asia en 2004.  Muchos creen que estas son señales del fin basadas en  el relato de Lucas del discurso del Monte de los Olivos, donde el escribe acerca de “confundidas a causa del bramido del mar y de las olas” (Lc. 21:25).  El fondo del mar Mediterráneo esta esparcido con barcos que se rompieron y se hundieron debido a las tormentas.   Nosotros leemos uno de esos incidentes en Hechos 27.

            La tormenta es descrita como un “Euroclidón” , que es  “un norteste”  (Hch. 27:14). Lucas escribe que no vieron sol o estrellas “por muchos días” (Hch. 27:20). La nave finalmente encalló por donde estaba “rota por la fuerza de las olas” (Hch. 27:41). El historiador romano Tácito describe una serie de eventos similares en 65 d.C.

            Los dioses también marcaron con tormentas y muertes el año hecho por vergüenza de muchos crímenes. Campania fue devastada por un huracán…su furia se extendió a la vecindad de la ciudad en el que una violenta pestilencia arrastró toda clase de seres humanos… casas fueron llenas con cuerpos muertos, las calles con funerales. 26

            El desastre natural descrito por Mateo, Marcos y Lucas, común para cualquier  época, apuntan específicamente a la venida de Jesús en juicio sobre Jerusalén antes de que la generación del primer siglo haya pasado.

            “Entonces os entregaran…….Mt.24:9-12

            Jesús continuó sus advertencias a sus discípulos diciéndoles que durante el periodo de tiempo de “esta generación”  ellos verían crisis incrementándose: tribulación, caídas y traiciones, falsos profetas, e incremento de ingobernabilidad.

            Nadie  puede dudar  que la persecución siguió a los creyentes de Jesús muy  pronto después de pentecostés. Jesús advirtió a sus discípulos que aquellos que lo odiaban los odiarían a ellos también. (Jn. 15:18; Mt. 23:34).  Desde sus inicios la iglesia sufrió tribulación implacable. Pedro y Juan fueron arrestados y puestos en la cárcel (Hch. 4:3). Fueron arrestados otra vez y, cuando fueron liberados, fueron flagelados (Hch. 5:40).

            La tribulación empeoró con la muerte de Esteban (Hch. 7:54-60). En ese tiempo, “una gran persecución empezó contra la iglesia en Jerusalén, y fueron dispersados por todas las regiones de  Judea y Samaria, excepto los apóstoles”  (Hch. 8:1).

Antes, la multitud se volvió contra los discípulos en furiosa persecución: “Judios vinieron de Antioquía e Iconio, y      habiendo ganado sobre las multitudes, apedrearon a Pablo y lo arrastraron fuera de la ciudad, suponiéndolo muerto(Hch. 14:19). Pablo mismo escribió, “Cinco veces recibí de  los judíos treinta y nueve azotes. Tres veces fui azotado con vara, una vez fuí apedreado… He estado en viajes frecuentes, …en peligro de ríos, peligro de ladrones, peligro de compatriotas, peligro de los gentiles… peligro de falso hermanos” (2 Cor. 11:24-26). A través del Nuevo Testamento, vemos que los discípulos de Jesús fueron entregados a tribulación, y algunos fueron muertos (Mt. 24:9). El apostol Juan escribió que el era un “coparticipe de vuestra tribulación” (Ap. 1:9).

            No hay duda que la iglesia del primer siglo  tuvo que contender con traición y apostasía interna, como Jesús había dicho “Muchos tropezarán entonces, y se entregarán unos a otros, y unos a otros se aborrecerán” (Mt. 24:10). Algunos que  alguna vez proclamaron el nombre de Cristo continuaron haciendo daño a la iglesia,  que anteriormente  reclamaron como su propiedad.  Pablo declaró “… todos los que están en Asia me abandonaron, de los cuales son Figelo y Hermógenes” (2 Tim. 1:15). Demas, abandonó a Pablo “amando este mundo” (2 Tim. 4:10).  Esta apostasía no parece ser un suceso aislado “ En mi primera defensa ninguno estuvo a mi lado, sino que todos me desampararon; no les sea tomado en cuenta” (2 Tim. 4:16).  Hubo también judaizadores que constantemente distorsionaban el evangelio y predicaban doctrinas que se oponían al “Evangelio de Cristo” (Gal. 1:6-10). 

            El apóstol Pedro escribió que “falsos profetas también se levantaron entre la gente, justo como también habrá falsos maestros entre ustedes, que introducirán encubiertamente herejías destructoras, y aún negarán al  Señor que los rescató, atrayendo sobre si mismos destrucción repentina” (2 Pe. 2:1). Pablo también describe a maestros judaizantes como “falsos apóstoles, obreros fraudulentos, que se disfrazan como apóstoles de Cristo” (2 Cor. 11:13). La iglesia del primer siglo fue alertada que “lobos salvajes, se levantarán entre ustedes que no perdonarán al rebaño, y de entre ustedes mismos se levantaran hombres que hablaran cosas perversas para arrastrar tras si a los discípulos(Hch. 20:29-30).

             Algunos falsos profetas fueron escogidos para condenación, como Himeneo y Fileto, quienes guiaron a la gente a “mas allá de la impiedad”   y esparcieron su doctrina “como gangrena” (2 Tim. 2:16-17).  Pablo los condena por “decir que la resurrección ya se efectuó, y trastornan la fe de algunos” (2 Tim. 2:18). El apóstol Juan escribe que “muchos falsos profetas han salido por el mundo” (1 Jn. 4:1). El también escribió que “muchos engañadores han salido por el mundo, aquellos que no reconocen que  Jesús ha venido en carne, este es el engañador  y el anticristo”. (2 Jn. 7). Juan también indicó  que estos engañadores se alzaron en medio de la iglesia en su día: “Ellos salieron de nosotros, pero  no eran de nosotros, porque si hubieran sido de nosotros, habrían permanecido con nosotros; pero salieron para que se manifestase que no todos son de nosotros.” (1 Jn. 2:19) Todos estos pasajes bíblicos nos dan una evidencia sólida de las escrituras de que las palabras de Jesús tuvieron cumplimiento en el día de los apóstoles.  La última advertencia que Jesús dio en Mt 24:9-12 fue que la iglesia podría experimentar incremento de ingobernabilidad antes de la tribulación venidera. Los escritores del Nuevo Testamento constantemente señalaron la forma de vida sensual que llegó a ser generalizada en sus tiempos. Estas sofisticaciones destruyeron las relaciones dentro de la iglesia y denigró el cuerpo de Cristo. Pablo estaba  escandalizado con el comportamiento de los miembros de la iglesia de Corinto “De cierto se  oye que hay entre vosotros inmoralidad y tal inmoralidad cual ni aún se nombre entre los gentiles, tanto que  alguno tiene la mujer de su padre. Y vosotros están envanecidos. ¿No deberían mejor haberos lamentado, para que fuese quitado de en medio de vosotros el que cometió tal acción?”  (1 Cor 5:1-2)

Pruebas internas y externas probaron a la joven iglesia.

Por supuesto, este incremento de ingobernabilidad no era limitado a la iglesia. La era de la historia romana, especialmente la historia de los emperadores romanos, era prueba de que la criminalidad iba en aumento.  Los nombres de Calígula y Nerón son sinónimos de criminalidad.

 “Mas el que persevere hasta el fin, este será salvo”  Mt. 24:13

            Aquí Jesús ofreció a sus discípulos consuelo.  El les dijo que todos aquellos que permanecieran hasta el fin de este gran disturbio social, religioso, político, sería salvo – esto es, ellos no morirían en la guerra romana con los judíos. ¿Qué era “el fin”? Este no era el final del mundo físico, pero si el fin del viejo pacto que culminaría en la destrucción del templo antes de que esa generación pasara.  Los discípulos de Jesús entendieron que ese fin estaba cerca y significaba el fin específico de la era judía.  Jesús había dejado claro a los líderes religiosos de sus días que el Reino de Dios sería quitado de ellos para “darlo a la  gente que produzca los frutos de él” (Mt. 21:43)

            Los principales sacerdotes y fariseos  “Entendieron que estaba hablando de ellos”( Mt 21:45). Su generación experimentará la transferencia del Reino. Para ellos,  esto era “el fin

            El apóstol Pablo confirmo esta  realización en su carta a la iglesia del primer siglo a los Corintios, cuando dijo que el “fin de los siglos” había llegado a ellos. (1 Cor 10:11).

            Pedro escribe que “el fin de todas estas cosas esta cerca” (1 Pe. 4:7)

 “Estos evangelios del reino serán predicados en todo el mundo, para testimonio a todas las naciones, y entonces vendrá el fin”  Mt. 24:14

            Mucha gente tropieza con este versículo, asentando que no hay manera de que el evangelio fuera predicado en el mundo entero antes del 70 d.C. Nuestro primer compromiso es creer lo que la Biblia nos dice.   Recordad que se lee en Mt. 24:34, “Esta generación no pasará, hasta que todo esto acontezca”. “todo esto” debe referirse a lo que Jesús dice en Mt. 24:14.

            La palabra traducida “mundo” en muchas traducciones es de la palabra griega oikoumene,  “la tierra habitada”, “el mundo conocido” del imperio romano.  La misma palabra griega es usada  en Lc. 2:1: “Aconteció en aquellos días, que se promulgó un edicto de parte de Cesar Augusto, que se hiciera un censo en toda “la tierra habitada”.  Esta traducción nos ayuda a entender que Jesús estaba diciendo que el evangelio sería predicado a todo el Imperio Romano antes de que Él regresara en juicio sobre Jerusalén y el templo.

            Después de la muerte y resurrección de Jesús, el evangelio entró por todo el mundo. Pablo escribió que el evangelio “ha llegado a ustedes, así como en todo el mundo también esta constantemente trayendo fruto y creciendo” y que este “se proclama en toda la creación debajo del cielo”.(Col. 1:6, 23). En Romanos, pablo dice que el evangelio fue “siendo proclamado por todo el mundo” (Rom. 1:8). Pablo usó la palabra griega más comprensiva kosmos en Col. 1:6  y Rom. 1:8. Pablo estuvo incluso haciendo planes para ir a España (Rom. 15:24, 28). Es posible que una  iglesia ya existiera ahí. Esto significaría que el evangelio había alcanzado casi las fronteras  oeste del Imperio Romano.  Pablo citó de Sal. 19:4: “Pero, Yo digo, seguramente ellos nunca han oído, habrán oído? Por supuesto ellos han oído; ‘su voz ha salido por toda la tierra, y sus palabras hasta los extremos del mundo”  [oikoumene]” (Rom. 10:18; ver también 2 Tim. 4:17). Pablo pudo decir que el evangelio  “ha sido dado a conocer  a todas las naciones” (Rom. 16:26). Pablo escribió a Timoteo que Jesús había estado “proclamando entre las naciones “ y “creido en el mundo” [kosmos] (1 Tim. 3:16).

 “Por tanto, cuando veáis en el lugar santo la abominación desoladora de que habló el profeta Daniel, (el que lee, entienda), entonces los que están en Judea, huyan a los montes.” Mt. 24:15-16)

            Comparando este pasaje con el pasaje paralelo en Lucas  Lc. 21:20-21, podemos  determinar el tiempo cuando la abominación desoladora iba a aparecer: “Cuando vean a Jerusalén rodeada de ejércitos, entonces reconozcan que su desolación esta cerca. Entonces  aquellos que están en Judea  huyan a las montañas”  ¿Estuvo Jerusalén siempre rodeada de ejércitos previo al 70 d.C.? ¡Sí! ¿Muchos de los que permanecían en Judea huyeron de ciudad para salvarse del juicio inminente? ¡si!

            ¿Cuál fue esta abominación desoladora? – Jesús refiere a sus oyentes a Daniel 9:27:Y por otras semana confirmará el pacto con muchos; pero a la mitad de la semana hará cesar el sacrificio y la ofrenda de grano. Después con la muchedumbre de las abominaciones vendrá el desolador, hasta que venga la consumación y lo que está determinado se derrame sobre el desolador”  Una abominación en el Viejo Testamento era cualquier cosa que profanara la verdadera adoración a Dios (Lev. 7:18 ; Deut. 17:1). Es claro que en los días de Jesús los líderes  judíos se desviaron del verdadero culto a Dios.  Hay varias teorías de que era exactamente la “abominación”.  La primera teoría es que los Zelotes – quienes abogaban por liberación  política y religiosa de los romanos – crearon la abominación desoladora cuando ellos agitaron y ocuparon el área del templo, permitiendo a criminales vagar por el lugar santísimo, e incluso matar gente dentro del templo. En el invierno de 67-68 d.C., la abominación llegó  a su clímax con  la ridícula investidura del payaso   Phanni  como sacerdote principal. 27  

            La segunda teoría es que los romanos causaron la abominación desoladora cuando ellos tomaron por sorpresa y quemaron el templo en 70 d.C. Mientras el santuario estaba todavía ardiendo, los soldados Romanos colocaron sus  legionarios estandartes – símbolos de Roma – en el templo y ofrecieron sacrificios ahí.  Los Judíos debieron haber visto esta acción como el cumplimiento de la visión de Daniel cuando  el incendio ofrecido cesase y la abominación desoladora fuera instaurada. Además la descripción de Lucas de Jerusalén rodeada de ejércitos – que debieron ser ejército Romano – parece afirmar esta teoría de una abominación Romana.

            En términos del pacto espiritual entre Dios y su gente, la gente que estaba más condenada por deshonrar el templo de Dios eran los judíos. Solo alguien posando como un representante de Dios puede de hecho profanar el culto a Dios: El sacerdocio corrupto de Israel. Después de la muerte de Jesús, los sacrificios del judaísmo apóstata eran una abominación, ya que negaban el trabajo restaurador de Cristo. La función del sumo sacerdote, “Parado en el lugar Santo” (Mt. 24:15), continuando con el ofrecimiento de sacrificios en el tempo, era una abominación, un rechazo del trabajo de Cristo.

            Mientras que el significado exacto del la “abominación desoladora” es todavía una materia de debate, las Escrituras dejan claro que esto ocurrió muy pronto después de que Jerusalén fue rodeada por  el ejército a aquellos que vivieron en el primer siglo.  “Entonces cuando veas la abominación desoladora” (Mt. 24:15). Como la historia lo atestigua Jerusalén fue rodeada justo antes de la caída y destrucción del templo en 70 a.C.  Aquellos que vivían en Jerusalén  en ese tiempo lo pudieron ver. La abominación, cualquiera que fuera, trajo desolación.

 “Entonces  aquellos que estén en Judea, huyan a los montes. El que este en la azotea, no descienda para tomar algo de su casa; y el que esta en el campo, no vuelva atrás para tomar su capa. Mas, ¡hay de las que estén en cinta, y de las que críen en esos días! Orad, pues, que vuestra huida no sea en invierno ni en día de reposo.”  Mt. 24:16-20

            En estos versículos,  Jesús dijo a sus discípulos que cuando la aproximación de la desolación del templo llegara a ser evidente, sería tiempo para que ellos moverse a los montes.  Los cristianos del primer siglo habían estado esperando la destrucción del templo. Ellos habían sido avisados acerca de esta inminente destrucción. El Nuevo Testamento – el cual esa compuesta mayormente de cartas escritas a las iglesias del primer siglo – esta lleno de  textos de ocasiones que enfatizan que el “fin de todas estas cosas esta cerca” (1 Pe. 4:7).

            Mat. 24:16-20 presenta una clara imagen de las costumbres del pueblo de Israel en el primer siglo.  Muchos techos eran planos con una escalera externa (Mr. 2:4; Hch. 10:9) Estos estaban diseñados para ser ocupados  (Deut. 22:8), almacenar (Jos. 2:6), y descansar por la tarde (2 Sam. 11:2). Además, Jesús se refiere a las estrictas leyes del sábado (Sabbath) que estaban en uso en aquellos días.  Una distancia aceptable para viajar en  Sábado era alrededor de tres cuartos de milla  (1.33 Km aprox.) como lo determinaban las leyes de los fariseos (Hch. 1:12) – Una distancia insuficiente para quedar fuera de daño si una persona tuviera que huir de la ciudad en un caso de emergencia.

            La historia enseña  que los judíos cristianos  indudablemente pusieron atención a las advertencias de Jesús antes de que el ejército de Tito hubiera capturado la ciudad. Los judíos que se quedaron fueron muertos brutalmente. Estimaciones nos dan un número de alrededor de un millón de muertos. Miles más fueron tomados cautivos. Cuarenta años antes, Jesús había dado la advertencia de huir a los montes cuando Jerusalén fuera rodeada por ejércitos. Aquellos que creyeron la profecía y actuaron y escaparon por sus vidas, los que se quedaron sufrieron una miseria indescriptible.

            El juicio es obviamente local ya que para escapar, una persona solo tenía que huir a los montes de Judea (Mt. 24:16) Si esta fuera una guerra mundial , no habría lugar a donde escapar.

 “Porque habrá entonces gran tribulación, cual no la ha habido desde el principio del mundo hasta ahora, ni la habrá.” Mt. 24:21

            Algunos  comentaristas de la  Biblia afirman que Jesús pudo no referirse a la tribulación que  cesó con la caída del Jerusalén en 70 d.C. porque ese suceso no fue la peor tribulación de todos los tiempos..

            Una vez más, debemos recordar que en Mt. 24:34 claramente dice todas estas cosas pasarán en “esta generación”, esto es, la generación a la que Jesús estaba hablando en ese tiempo.  El Lenguaje utilizado por Jesús en el verso 21 es utilizado en otro lugar en la Escritura para describir eventos extraordinarios relacionados al juicio y calamidad (Ex. 11:6, Ez. 5:9, Daniel 9:12; 12:1Joel 2:2; Ap.. 16:18) Estos pasajes describen sucesos de calamidades en términos superlativos, declarando que estos fueron los peores que podrían haber sucedido.  Es claro que el propósito de la hipérbole en todos estos pasajes es para enfatizar la naturaleza devastadora de cada evento. Esto es especialmente verdad en Ez. 5:9    donde nos dice que debido a las abominaciones de Israel, Dios destruyó el templo y juzgó a la nación de una manera que Él “no había hecho, ni jamás haría cosa semejante”. Esto pasó cientos de años atrás antes de la segunda destrucción del templo en 70 d.C.

            Además, la tribulación que vino al templo y la ciudad de Jerusalén fue la más terrible y horrorifica. ¿Por qué?  Porque esta tribulación fue el resultado de los más grandes crímenes contra Dios en toda la historia: Crucifixión del Redentor prometido por Dios. Ningún otro crimen fue tan atroz como matar alSeñor de Gloria” (1 Cor. 2:8; comparar con Lc. 24:20, Hch. 3:12-26; 1 Tes. 2:15). Considere estos cuantos pasajes referentes a judíos que rechazaron a Jesús:

Para que se demande de esta generación la sangre de todos los profetas que se ha derramado desde la fundación del mundo, desde la sangre de Abel, hasta la sangre de Zacarías, que murió entre el altar y el templo; si, os digo que será demandada de esta generación”  (Lc. 11:50-51)

Pero ellos gritaron: ¡Fuera, fuera, crucifícale! Pilatos les dijo: ¿A vuestro Rey he de crucificar? Respondieron los principales sacerdotes: No tenemos más rey que César” (Jn. 19:15).

Viendo Pilatos que nada adelantaba, sino que se hacía mas alboroto, tomó agua y se lavó las manos delante del pueblo, diciendo: Inocente soy de la sangre de este justo; allá vosotros.  Y respondiendo todo el pueblo, dijo: Su sangre sea sobre nosotros, y sobre nuestros hijos. Entonces les soltó a Barrabás; y habiendo azotado a Jesús, le entregó para ser crucificado”.  (Mt. 27:24-26)

Viendo Pilatos que nada adelantaba, sino que se hacía más alboroto, tomó agua y se lavó las manos delante del pueblo, diciendo: Inocente soy de la sangre de este justo…” (Mt. 24:27)

            La seriedad del castigo y el lenguaje hiperbólico usado por Jesús es evidencia de la crueldad del crimen, Israel había roto las exigencias del pacto: Obediencia de abundante fe trae vida, mientras que desobediencia sin fe trae juicio y muerte (Deut. 28).

            El rechazo de Jesús como el Salvador Ungido prometido por Dios acarreó pacto de ira de Dios a todos aquellos que lo rechazaron.  Los principales sacerdotes y ancianos de la gente rechazaron  a Jesús y estas fueron sus palabras de partida cuando Él dejó el templo:  “He aquí, vuestra casa os es dejada desierta. Porque os digo que desde ahora no me veréis, hasta que digáis: Bendito el que viene en el nombre del Señor” (Mt. 23:38-39)

 

            Cuando Jesús dejó el templo por última vez, Él estaba dejándolo vacio y desolado. Justo como cuando la gloria Shekinah dejó el templo en Ez. 8-11, el templo quedó desolado.  El templo desolado fue en un momento lleno con demonios (Lc .11:20-26). Lo que fue espiritualmente verdad en 30 d.C. llegó a ser visiblemente verdad en 70 d.C.:  el templo y la ciudad quedaron desolados. La Biblia enseña esto en términos no confusos. Jesús dijo a sus discípulos que todas estas cosas pasarían a “esta generación”

 “Y si aquellos días no fuesen acortados, nadie sería salvo; mas por causa de los escogidos, aquellos días serán acortados.”  Mt. 24:22

            Una de las primeras cosas que debemos reconocer de las palabras de Jesús en este pasaje es que Él estaba diciendo a sus discípulos que la tribulación  que iba a venir, sería acortada: “mas por causa de los escogidos, aquellos días serán acortados.”

¿Quiénes eran los elegidos de los que Jesús habló aquí?  Ellos eran los judíos cristianos – aquellos que se asieron de Jesús como la promesa del Mesías prometido y esperado por tiempos – La tribulación de 70 a.C. fue tan severa que si Dios hubiera permitido a los romanos continuar con su devastación, ni un simple judío viviendo en Judea habría sobrevivido.  Para los romanos,  estos judíos cristianos no fueron considerados como una clase religiosa diferente, pero simplemente como judíos para ser cazados y asesinados. Por su propio bien, Dios acortó  el periodo de tribulación.

            El uso de “toda carne” no significa todos en el mundo, ni en ese tiempo ni en un tiempo distante.  El uso de “todos” es a menudo una referencia de “todo” sin distinción  de preferencia a “todo” sin excepción.  Pablo escribe  que a su “primera defensa nadie lo apoyó, sino que  todos lo abandonaron, no les sea contado contra ellos” (2 Tim. 4:16). Previamente el escribió en la misma carta, “…todos los que están en Asia, me abandonaron” entre ellos Figelo y hermógenes” (2 Tim. 1:15).   De acuerdo al contexto, “pasa sarx” (‘toda carne’)… debe entenderse como Judea y Jerusalén. Confrontar con Jer. 12:12 donde expresiones similares designan los habitantes de  Judea.” 28Toda carne” no siempre significa cada persona sin excepción, esto es,  cada persona viviente en el mundo entero en cualquier tiempo dado. Considerad como “toda carne” se utiliza en Hechos: “Mas esto es lo dicho por el profeta Joel, … derramaré mi espíritu sobre toda carne” (Hechos  Hch.2:16-17). El contexto hace claro que “toda carne” se refiere a todo tipo de personas: hijos e hijas, jóvenes y ancianos, esclavos, hombres y mujeres. No cualquiera sin excepción, pero si cualquiera con distinción, tanto judíos como gentiles. “Toda la humanidad parecía estar definida por lo que sigue: viejos y jóvenes, tanto mujeres como hombres29 .

 “Entonces si alguno os dice: ‘Mirad, aquí está el Cristo’ o ‘Allí está’, no le creáis. Porque se levantarán falsos Cristos y falsos profetas, y mostrarán grandes señales y prodigios, para así engañar, de ser posible aun a los escogidos. Ved que os lo he dicho de antemano. Por tanto, si os dicen: ‘Mirad, Él está en el desierto’, no vayáis; o ‘Mirad, Él está en las habitaciones interiores’, no les creáis””. Mt. 24:23-26

 

            Aquí otra vez Jesús alude a los falsos profetas quienes serían una parte de la tribulación de esa época. Cristo había hablado de falsos profetas antes, en el versículo 11, pero con toda probabilidad, Jesús  estaba indicando que habría un intervalo de tiempo entre la primera ola de falsos profetas y la segunda.  Jesús dijo a sus discípulos, que pronto después de su ascensión aparecerían falsos cristos y falsos profetas, “pero que aun no sería el fin” (Mt. 24:6). Entonces,  en la medida que el tiempo de la destrucción de Jerusalén  se acercara, y el tiempo para esa generación pudiera llegar a su fin, mas falsos profetas podrían levantarse.

Los judíos incrédulos del tiempo de Jesús, habían rechazado a su Mesías y en lugar de eso buscaron un salvador político para remover de su poder a los tiranos de Roma (Jn. 6:15). Esta gente engañada continuaría buscando un Mesías político apropiado  hasta el tiempo de  la destrucción de Jerusalén. Esta ilusión provocó que la gente estuviera dispuesta a aferrarse a un número en aumento de mesiánicas figuras en esperanza de ser liberados de la opresión romana. En tiempos de problemas, la gente busca hasta por un destello de esperanza para asegurar su liberación. La verdadera esperanza israelita era abrazar a Jesús como  el Mesías. Su Mesías había venido, pero ellos lo rechazaron y lo crucificaron.  Es por eso que ellos creyeron en cada falso profeta que venía prometiéndoles redención.  

 “”Porque así como el relámpago sale del oriente y resplandece hasta el occidente, así será la venida del Hijo del Hombre”. Mt. 24:27” 

            Jesús dijo a su gente que Él vendría “justo como el relámpago sale del oriente”, esto es rápido y sin advertencia. En la Biblia, relámpago a menudo significa la presencia del Señor o Su venida en juicio.  (Ex. 19:16; 20:18; Job 36:30; Ez. 21:15, 28; Zac. 9:14).  Dios no estuvo físicamente presente durante ninguna de estas venidas del Antiguo Testamento, pero su presencia fue obvia. Deut. 33:2 dice “El Señor vino del Sinaí y les esclareció desde Seir; resplandeció desde el monte Parán, y vino de en medio de diez millares de santos; a su diestra había fulgor centellante para ellos” ¿Estaba Dios presente físicamente durante esos momentos?  No. ¿Realmente vino Dios? ¡Ciertamente, si!

En Mt. 24:27, Jesús indica que Él participaría en la destrucción de Jerusalén.  El ejército romano encabezado por Tito pudo actuar como los agentes de Dios para poner fuego al templo. En el Antiguo Testamento,

            La Asiria pagana había sido enviada por Dios para juzgar a los israelitas que se habían alejado de Él. Asiria fue llamada “la vara de mi ira y báculo en cuyas manos está mi indignación” (Is. 10:5). En una manera similar, Roma fue la herramienta que usó Jesús para castigar al Israel apóstata en 70 d.C.  En Lc. 23:28-30, Jesús dijo a las “hijas de Jerusalén “que “llorad más bien por vosotras mismas y por vuestros hijos””. Ninguna generación futura estaba tenida en cuenta aquí. Una vez más estamos presentando un juicio local.  Una aparición de relámpago no es visto alrededor del mundo, su alcance de vista es de horizonte a horizonte.

 “Donde esté el cadáver, allí se juntarán los buitres”. Mt. 24:28

            Estando familiarizados con las Escrituras Hebreas, los discípulos de Jesús pudieron haber entendido exactamente que es lo que les estaba diciendo aquí.  Ellos debieron reconocer las palabras de Jeremías enjuiciando a todos aquellos que rompieran el pacto con Dios: ““Y los cadáveres de este pueblo servirán de comida para las aves del cielo y para las bestias de la tierra...”” (Jer. 7:33). Más adelante, en Jeremías declara “[Dios] y los haré caer a espada delante de sus enemigos y a mano de los que buscan su vida, y entregaré sus cadáveres por comida a las aves del cielo y a las bestias de la tierra” (Jer. 19:7).

            Jesús estaba llevando a cabo en palabra y obra las profecías dadas a Jeremías siglos atrás. Note las similitudes entre lo que hizo Jeremias y lo que hizo Jesús.  A Jeremías se le dijo:  “Parate en la puerta de la casa del Señor” y proclama la Palabra de Dios a la gente (Jer. 7:2) comparar esto con Mt. 23:36; 24:1, donde Jesús predicó a la puerta de el templo. En el tiempo de Jeremías, justo como en los días de Jesús, a la gente se le dijo no confiar en templo ni en rituales vacíos (Jer. 7:4). El templo no tenía significado sin obediencia: “Así ha dicho Jehová de los ejércitos, Dios de Israel, Mejorad vuestros caminos y vuestras obras, y os haré morar es este lugar. (Jer. 7:3). 

Sin obediencia, el templo “ha llegado a ser cueva de ladrones”  (Jer. 7:11; comparar con Mt. 21:13). Por lo tanto, Dios rechazó “la generación de Su furor” (Jer. 7:29 b; compararlo con Mt. 23:36; 24:34). La Jerusalén de los días de Jesús, debido a sus rituales muertos, fue un cadáver, comida para las aves de rapiña y el ejército romano. Además fue un cumplimiento literal de esta  profecía en que decenas de miles de gentes fueron asesinadas durante el sitio romano. (El historiador Josefo dice: hubo mas de un millón de muetos). No se salvo ni el área del templo.  La revuelta de los idumeos y zelotes dejó miles  de gente masacrada dentro y alrededor del templo. Un simple cadáver habría bastado para “contaminar” la ciudad y el templo.  Y de acuerdo con Num. 19:11-22, Cualquiera que tocara el cuerpo de un ser humano, estaba impuro y debía ser quitado de Israel. Como nuestro Sumo Sacerdote, Jesús no podía permanecer en la ciudad por mucho tiempo debido a sus impurezas.  La ciudad debía de ser quemada para su purificación.

            En el monte de los Olivos, los discípulos vinieron a Jesús para señalar el edificio del templo, y Jesús lo declaró en ruina y espiritualmente vacio y contaminado,  listo para su destrucción.  Pero Él prometió que tan cierto como que Él podía destruir el templo, Él podía levantar  otro templo perfecto en tres días. – el templo de Su cuerpo (Ver Jn. 2:19-21). De este modo, todos los discípulos de Jesús deben ahora señalar el nuevo templo (Cristo) a todos aquellos que buscan la salvación.

 “”Pero inmediatamente después de la tribulación de esos días, el sol se obscurecerá, la luna no dará su luz, las estrellas caerán del cielo y las potencias de los cielos serán sacudidas”. Mt. 24:29

La tribulación de la que Jesús habló en Mt. 24:29 fue la culminación de los sucesos que tuvieron lugar previo a la destrucción de Jerusalem en 70 a.C.

Jesús dijo que inmediatamente después de esta tribulación , el sol y la luna se oscurecerían, las estrellas caerían, etc.  Entonces, lo que sea que estas imágenes signifiquen, nosotros sabemos que sigue “inmediatamente después” la tribulación descrita en los versículos del 15-18.  Mateo utiliza la palabra “inmediatamente” para indicar que no habrá un retraso o pospuesta (ver como “inmediatamente” es utilizado donde sea en Mt. 3:16; 4:20, 22; 8:3; 20:34; 21:19; 26:74).  Los discípulos de Jesús no estaban preguntando acerca del fin del mundo (Kosmos), pero si acerca de la era del viejo pacto (aion). Cuando la tribulación de “aquellos días” terminara, el fin del templo y de la ciudad estaría por venir.  A medida que el deceso de Jerusalén se acercara, otras señales aparecerían. Estas señales posteriores fueron descritas por Jesús como el oscurecimiento del sol, la luna no daría luz, estrellas cayendo, y el poder de los cielos estremeciéndose.

¿Qué quiso decir Jesús con estas imágenes?  ¿Literalmente el sol se oscureció y la luna dejó de reflejar la luz del sol? El lenguaje utilizado por Jesús es típico de las descripciones del Viejo Testamento  donde los fenómenos estelares representan reyes y reinos.  Empecemos en el inicio de los inicios. El primer capítulo del Génesis nos enseña proque la Biblia compara al sol, luna y estrellas a gobernantes y sus reinos: El sol (“Lumbrera mayor”) y la luna (“Lumbrera menor”) son ordenadas para gobernar el día y la noche (Gn. 1:16). Mas adelante en  Génesis en el sueño de José. “”El sol la luna y once estrellas” se inclinaban ante él. (Gn. 37:9).  La familia de José inmediatamente entendió el significado de las imágenes, en el sentido de que el papá, la mamá y los hermanos de José se inclinarían ante  él. El sol, la luna y las estrellas representan a Israel.

En otra parte de la Biblia, las estrellas son utilizadas a menudo para simbolizar a los gobernadores de la tierra y gobiernos (ver Jue. 5:19-20), y en particular, Israel (ver Gn. 22:17; 26:4; Deut. 1:10). No hay ninguna mala interpretación en la imagen estelar de Ap. 12:1-2: “Y una gran señal apareció en el cielo: una mujer vestida del sol, con la luna debajo de sus pies, y una corona de doce estrellas sobre su cabeza; estaba encinta, y gritaba, estando de parto y con dolores de alumbramiento”.  Esta semejanza es una imagen de Israel en toda su gloria dando a luz al Mesías, el largamente esperado Salvador de Israel y de todo el mundo.

A través de la Biblia, los vocablos  solar, lunar, estelar, son usados para describir  grandes disturbios políticos y sociales (por ej. Is. 13:9-11; Ez. 32:7-8). El uso del lenguaje estelar para indicar significado social y político ha continuado hasta el presente.  Muchas naciones usan símbolos de estrellas en sus banderas. Nosotros también hablamos del éxito o fracaso de la gente como “el levantamiento de una estrella” o “su estrella esta cayendo”.

Justo como en Ap. 12, Mt. 24:29 combina la imagen del sol, luna y estrellas, para describir a Israel como una nación. Jesús habló del sol y de la luna oscureciendo y de estrellas cayendo, para indicar la venida del juicio de Israel como nación.  Tengamos en mente que el versículo 34 es el tiempo del texto que gobierna al versículo 29, también como el de los otros versículos que preceden al 34;  este juicio ocurriría dentro  de la generación   en la cual  Jesús tuvo la conversación con sus discípulos.

El  Antiguo Testamento – Las únicas Escrituras que los discípulos tenían como  único punto de referencia de revelación, está repleta de metáforas del sol  y luna oscureciendo y estrellas cayendo, en cada uno de estos casos, las imágenes indican claramente la caída de naciones.

Primeramente veamos el pasaje que habla de la destrucción de Babilonia por los Medos:  “He aquí, el día del SEÑOR viene, cruel, con furia y ardiente ira, para convertir en desolación la tierra y exterminar de ella a sus pecadores. Pues las estrellas del cielo y sus constelaciones no destellarán su luz; se obscurecerá el sol al salir, y la luna no irradiará su luz” (Is. 13:9-10). Lenguaje similar es utilizado para describir la destrucción de Egipto: “Cuando te hayas extinguido, cubriré los cielos y obscureceré sus estrellas; cubriré el sol de nubes, y la luna no dará su luz. Todos los astros brillantes del cielo obscureceré por causa tuya, y pondré tinieblas sobre tu tierra” (Ez. 32:7-8).  Aún más podemos decir, este tipo de imagen estelar también fueron usadas para indicar el juicio de Israel. 

Ay de los que ansían el día del SEÑOR! ¿De qué os servirá el día del SEÑOR? Será tinieblas, y no luz” (Amós 5:18). Y otra vez más: “Y sucederá que en aquel día -declara el Señor Dios- yo haré que el sol se ponga al medio día y que la tierra en pleno día se obscurezca” (8:9). Utilizando  un lenguaje similar, en Mt. 24:29, Jesús les dijo a Sus discípulos que vendría un tiempo de juicio divino intenso en contra de Israel en esa generación.

 “Entonces aparecerá en el cielo la señal del Hijo del Hombre; y entonces todas las tribus de la tierra harán duelo, y verán al Hijo del Hombre que viene sobre las nubes del cielo con poder y gran gloria”. Mt. 24:30

            Este versículo es interpretado muy a menudo para dar a entender  la segunda venida física de Cristo en el fin de la historia.  Debemos recordar que este versículo, como todos los otros que ya hemos discutido hasta ahora,  están  determinados por  el tiempo del versículo 34:  “no pasará esta generación hasta que todo esto suceda”.  Aquí Debemos dejar nuevamente que la propia Biblia sea nuestra guía para la interpretación de este tipo de imagen bíblica. 


¿Qué quiso decir Jesús cuando Él habló del Hijo del Hombre viniendo en las nubes? 
A través de la Biblia, Dios se muestra a si mismo a menudo por la presencia física de nubes, aún cuando nunca nadie lo ha visto.  (Ex. 13:21; 14:24; 19:9; 20:21, 33:9; 34:5; 1R. 8:12). Además, la Biblia constantemente hace referencia a las nubes en relación con el juicio de Dios: el “día del  Señor …será un día de nubes” (Ez. 30:3; Joel 2:1-2); “En el torbellino y la tempestad está su camino, y las nubes son el polvo de sus pies” (Nah. 1:3). También, muchos versículos describen a Dios  “viniendo sobre las nubes” para indicar Su juicio: “He aquí, el Señor va montado sobre una nube veloz y llega a Egipto...” (Is. 19:1; ver también Sal. 104:3-4).

            En cada uno de los ejemplos mencionados, las nubes son símbolo de la presencia de Dios – también de Su salvación o Su juicio – y en ninguna ocasión son símbolo de la presencia física de Dios.  ¿Por qué los acontecimientos descriptivos de Mt. 24:30 deberían significar algo diferente? La más poderosa referencia del Antiguo Testamento para Mt. 24:30 se encuentra en Daniel 7:13-14, porque este es el pasaje que Jesús citó. Daniel 7:13 dice “Seguí mirando en las visiones nocturnas, y he aquí, con las nubes del cielo venía uno como un Hijo de Hombre, que se dirigió al Anciano de Días y fue presentado ante Él”. Note que la venida del Hijo del Hombre no es aquí hacia abajo sino de arriba. La perspectiva viene del cielo, y el Hijo del Hombre esta yendo hacia el Dios Padre para recibir el reino. Con esto en mente es claro que en Mt. 24:30, Jesús esta describiendo a sus discípulos, su poderosa y triunfal entronización, así Él desplegará victoria honorable sobre sus enemigos. La descripción de la victoria de Jesús aquí en Mt. 24:30 coincide con las palabras que más tarde le dijo al sumos sacerdotes de  Su juicio, que él vería “al Hijo del Hombre sentado a la diestra del poder, y viniendo sobre las nubes del cielo” (Mt. 26:64). Jesús estaba hablando de Su Ascensión, de cuando Él se iría “sobre las nubes del cielo para recibir el reino de Su Padre (Mr. 16:19: Hch. 1:9). La atención está en Jesús como el Cristo y Su Reino.  Bajo el Antiguo Testamento, el reino había pertenecido a los judíos, pero muchos rechazaron a Jesús, entonces el reino “les sería quitado y dado a la gente que produzca sus frutos” (Mt. 21:43). Una parte esencial de la entronización de Jesús fue el pacto de transferencia del reino de los judíos incrédulos a la iglesia universal, compuesta de creyentes Judíos y Gentiles. La destrucción de Jerusalén en 70 d.C. marcó esta transferencia, y esto marcó el establecimiento de Jesús como Rey sobre Su Reino en el mundo entero. A Jesús le fue dado “dominio, gloria y reino, para que toda la gente, naciones y hombres de diferentes idiomas lo sirvieran” (Daniel 7:14), y la generación de judíos que rechazaron a su rey vivirían para arrepentirse cuando permaneciendo en Jerusalén y sufrieran la opresión romana. 

            Con una primera lectura, muchos asumirían que Mt. 24:30 Jesús estaba diciendo que cualquiera en la tierra lo vería físicamente apareciendo en el cielo, y parte de esta suposición es el resultado de una traducción pobre del texto. Primero que todo, el texto no habla de Jesús apareciendo en el cielo (sky). Una traducción palabra por palabra de la lectura griega, “y entonces aparecerá la señal del Hijo del hombre en el paraíso (heaven)”. Jesús estaba diciendo a sus discípulos que buscaran la señal de Su entronización en el paraíso (heaven).  La destrucción de la ciudad de Jerusalén señala el camino a la Nueva Jerusalem.  Ahora todos los cristianos buscan la “Jerusalén de arriba” (Gal. 4:26).  La segunda pieza de la confusión  es la frase “ todas las tribus de  la tierra (planeta)(earth) lloraran” la cual es traducida más exactamente como  “todas las tribus de la tierra (territorio)(land) llorarán.”  Jesús estaba advirtiendo a sus oyentes a huir de Judea cuando ellos vieran “Jerusalem rodeada de ejército”  (Lc. 21:20) Solo aquellos suficientemente cercanos al templo serían capaces de ver la “abominación desoladora…parados en el lugar Santo” (Mt. 24:15)  La disertación del Monte de los Olivos fue claramente un mensaje no para todo el mundo,  sino  una advertencia para las tribus de Israel del primer siglo.  Las tribus de Israel se lamentaron porque ellos entendieron que el juicio estaba cerca.  Ellos debieron también aceptar al Mesías o morir en la contienda.  Los judíos que rechazaron a Jesús porque Él no era un salvador político muerto a manos de  la armada romana.  Su salvador había venido, y ellos lo habían crucificado cuarenta años atrás.  Aquellos  que traspasaron a Jesús (Zac. 12:10; Jn. 19:37; Ap. 1:7) experimentaron la ira de Su Pacto. 30

Pero, ¿cuándo “vieron al Hijo del Hombre viniendo en las nubes del cielo con poder y gran gloria” (Mt. 24:30)? Obviamente antes de que esa generación del primer siglo pasara.  El lenguaje es muy similar al que Jesús le dijo a Natanael: “y [Jesús] dijo a [Natanael],  “De cierto, de cierto os digo: de aquí adelante veréis el cielo abierto, y a los ángeles de Dios que suben y descienden sobre el Hijo del Hombre” (Jn. 1:51).  La palabra griega para “ver” en Jn. 1:51 es la misma palabra usada en Mt. 24:30 (horao). “Aunque Jesús se dirige a Natanael, el “os” a quién él promete la visión del versículo 51 es en plural: la visión es probablemente para todos los discípulos, y por extensión para todos aquellos que lo siguieran.  ¿Cuándo vieron Natanael y los que lo acompañaban, lo que Jesús les dijo que verían?  Es posible que ellos de hecho vieron lo que Jesús describió pero el suceso no se registro en las Escrituras.  Matthew Henry, en su comentario de este pasaje, declara lo siguiente:

            Hubo muchas cosas que Cristo hizo, y estas en presencia de sus discípulos, que no fueron escritas” (Jn. 20:30), ¿y por que no? Por tanto es posible que en el tiempo del juicio de Jerusalén y la destrucción del templo, los judíos vieron a Jesús viniendo en las nubes, esto es, los cielos se abrieron y ellos vieron a Jesús entronizado en el paraíso.

 “Y Él enviará a sus ángeles con una gran trompeta y reunirán a sus escogidos de los cuatro vientos, desde un extremo de los cielos hasta el otro”. Mt. 24:31

            En el contexto del capítulo, y en el contexto del versículo 34 (“no pasará esta generación hasta que todo esto suceda”), llega a ser evidente que el versículo 31 no se refiere del fin del mundo físicamente hablando, sino de la propagación del Evangelio a todas las naciones del mundo.

            La palabra griega traducida “ángeles” (angelos) es utilizada por toda la Biblia para “mensajeros” de humanos (2 Cro. 26:15-16; Hag. 1:13, Mal. 2:7:3:1; Mt. 11:10: Mr. 1:2; Lc 7:24, 27; 9:52; Stgo. 2:25). Con esto en mente, algunos comentaristas interpretan  a Jesús  como si dijera que después del  juicio de Jerusalén, Sus mensajeros predicarían el Evangelio del Nuevo Pacto  más allá de los confines del Imperio Romano. Mientras que esta es una posible interpretación, R.T. France, quien alguna vez lo discutió de esta manera, ahora piensa “es probable que ángeles están aquí acreditados con un rol de  misioneros” congregados con la gente de Dios; confrontar la descripción de ángeles en Heb. 1:14 como [“¿No son todos espíritus ministradores, enviados para servicio a favor de los que serán herederos de la salvación?”.] 32

            La frase “por los cuatro vientos” es una referencia al mundo entero.  De hecho, la frase “Las cuatro esquinas de la tierra” es una expresión común  hasta estos días. Jesús estaba enfatizando el hecho de que bajo el nuevo Pacto, sus elegidos son reunidos desde todas partes.

            “La gran trompeta” es el llamado del evangelio.  Esto se refiere a Num. 10:1-10 donde las trompetas de plata eran hechas para llamar a la gente para adorar a Dios y para ponerlos en marcha. Esta también se refiere al año del jubileo, el año en que el mundo regresa a sus dueños originales, el año en que satanas es despojado y Cristo reclama el mundo (Acts 3:19-21). El año del jubileo significa la venida del Reino de Cristo, y este fue anunciado con las trompetas (Lev. 25:8-17; Lc. 4:16-21; Is. 61:1-3). La voz del mensajero del evangelio actúa similar al sonido de la trompeta llamando a la gente al arrepentimiento; “Clama a voz en cuello, no te detengas; alza tu voz como trompeta, declara a mi pueblo su trasgresión y a la casa de Jacob sus pecados” (Is. 58:1; ver también Jer. 6:7; Ez. 33:3-6; Rom. 10:18).

            La trompeta también es utilizada para  llamar a la gente a la unificación: Acontecerá también en aquel día, que trillará Jehová desde el rio Eufrates, hasta el torrente de Egipto, y vosotros, hijos de Israel, seréis reunidos uno a uno. Acontecerá también en aquel día, que se tocará con gran trompeta, y vendrán los que habían sido esparcidos en la tierra de Asiria, y los que habían sido desterrados a Egipto, y adoraran a Jehová en el monte santo, en Jerusalén”  (Is. 27:12-13).

            La reunión de Isaías no es una moderna, reunión del mundo entero, ya que la reunión esta limitada a aquellas tierras alrededor de Israel. La reunión o asamblea es desde la tierra de Asiria a la tierra de Egipto, el lugar donde judíos habían sido tomados en cautividad.  Edward j. Young escribe: “Ese lenguaje figurativo simboliza la llamada al regreso. No estamos para imaginar una trompeta siendo soplada 33

            Mt. 24:31 nos lleva a las metáforas del  Antiguo Testamento para simbolizar el gran trabajo por empezar, la gran reunión de la gente de Dios en una nueva nación. La palabra para “reunión” es la palabra griega “synagogue”. Una reunión de judíos se congrega en una sinagoga, pero el judaísmo rechazó a Cristo y ha llegado a ser una “sinagoga de satán” (Ap. 2:9). La verdadera sinagoga de Dios – la iglesia – está formada por creyentes judíos y gentiles de todo el mundo.


Y de la higuera aprended la parábola: cuando su rama ya se pone tierna y echa las hojas, sabéis que el verano está cerca. Así también vosotros, cuando veáis todas estas cosas, sabed que El está cerca, a las puertas”. Mt. 24:32-33

            Contrario a lo que algunos comentaristas Bíblicos dispensacionalistas   dicen, Jesús utiliza la parábola del  la higuera como simple analogía.  El señaló que cuando las hojas empiezan a brotar en la higuera- o en cualquier árbol  (Lc. 21:29-30) – esta es una señal de que el verano esta cerca.  En una manera similar, cuando los seguidores de Jesús vieron estas señales, ellos sabrían que Jesús estaba cerca, “justo en la puerta” ¿Cercano a qué? Cerca del cumplimiento de la promesa que Él hizo de venir en esa generación a destruir el templo.  Este es el claro y sencillo significado del texto. Cualquier otra interpretación extraviada salida  del texto  sale de contexto y significado.

 “En verdad os digo que no pasará esta generación hasta que todo esto suceda”. Mt. 24:34

Con este versículo cerramos el círculo. En una manera directa, Jesús aclaró que todos los sucesos delineados en los versículos precedentes deberían cumplirse antes de que pasara esa generación del primer siglo.  La descripción de Lucas del discurso del Monte de los Olivos  confirma que la generación que Jesús tenía en mente era la generación a quien Él les estaba hablando.  “Mas velad en todo tiempo, orando para que tengáis fuerza para escapar de todas estas cosas que están por suceder, y podáis estar en pie delante del Hijo del Hombre” (Lc. 21:36) Una vez que hemos determina el significado de “tu”, “os” “ustedes” podemos resolver el problema de “esta generación”.  Claramente, Jesús se refirió a la gente a la que les estaba hablando, al mismo grupo que les dijo “manténganse velando” y orando. Jesús confirmó la cercanía del desarrollo de sucesos diciendo a sus oidores que el cataclismo “ya iba a tener lugar”.  Sin un entendimiento apropiado de la clave del tiempo de este texto los analistas de las profecías siempre encontraran  en Mat 24 un  suelo fértil para especulaciones  descabelladas.

 

CONCLUSION

            El tiempo de las referencias que rigen el tiempo del discurso  profético del Monte de los olivos – Mt. 23:36 y Mt. 24:34 – (Mt. 32:36; 24:34) dejan claro que Jesús estaba hablando de sucesos importantes  que incluían la caída de Jerusalén en 70 d.C. Aquellos que manipulan el significado claro de la frase “esta generación” tratando de referir estos eventos a un futuro distante se están envolviendo en una especulación profética que contribuye a los últimos días de locura.

            En otras palabras, si abandonamos el tiempo claro de los indicadores de este pasaje, entonces estos versos pueden ser aplicados a cualquier generación. Todos los siglos de la historia han tenido y continuarán teniendo guerras, falsos profetas, hambrunas, y cosas similares.  Si la gente falla en reconocer el tiempo de estos sucesos situados  en las Escrituras y el contexto histórico de las palabras de Jesús, entonces estos siempre estarán dejándose extraviar para buscar por alguna futura “gran tribulación”.

            El material de este libro es una súplica a la iglesia para tomar otra visión de las profecías bíblicas, especialmente las que se relacionan con el fin de los tiempos. Tomando un honesto enfoque bíblico de la profecía abrirá sus ojos a las verdades profundas de las Escrituras y guiaran su actitud para el futuro.  Cuando los cristianos  preguntan si la gran tribulación ocurrirá en su generación, este tipo de especulación a menudo nos lleva a una visión pesimista de la sociedad, del activismo cristiano, y del futuro. Sin embargo, una vez entendido que la Gran tribulación ya pasó, y que la iglesia tiene la promesa de una futura victoria progresiva, nosotros estaremos más animados para trabajar diligentemente por el amor de Dios, de Cristo y su Reino. No olvidemos que servimos al Rey de Victoria al que se le ha dado “dominio, gloria y un Reino” al que todos los pueblos, naciones, y hombres de todas las lenguas le servirán” (Daniel 7:14)

                                  

NOTAS:

 

TRADUCIDA POR: ANGÉLICA AGUILAR VIQUEZ

DICIEMBRE 2008

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LA IGNORANCIA DESTRUYE
 
Oseas 4:6

Mi pueblo fue destruido, porque le faltó conocimiento. Por cuanto desechaste el conocimiento, yo te echaré del sacerdocio; y porque olvidaste la ley de tu Dios, también yo me olvidaré de tus hijos.
LA IGNORANCIA ESCLAVIZA
 
Isaías 5:13

Por tanto, mi pueblo fue llevado cautivo, porque no tuvo conocimiento;
y su gloria pereció de hambre, y su multitud se secó de sed.
EL CONOCIMIENTO HACE LIBRE
 
Juan 8:32

y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres.
VERSÍCULOS QUE CONFIRMAN QUE JESÚS DEBÍA VOLVER MUY PRONTO EN EL PRIMER SIGLO
 
Mateo 10:23



Cuando os persigan en esta ciudad, huid a la otra; porque de cierto os digo, que no acabaréis de recorrer todas las ciudades de Israel, antes que venga el Hijo del Hombre.

Mateo 16:28

De cierto os digo que hay algunos de los que están aquí, que no gustarán la muerte, hasta que hayan visto al Hijo del Hombre viniendo en su reino.

Mateo 24:34

De cierto os digo, que no pasará esta generación hasta que todo esto acontezca.

Filipenses 4:5

Vuestra gentileza sea conocida de todos los hombres. El Señor está cerca.


Apocalipsis 1:3

Bienaventurado el que lee, y los que oyen las palabras de esta profecía, y guardan las cosas en ella escritas; porque el tiempo está cerca.

Apocalipsis 22:10

Y me dijo: No selles las palabras de la profecía de este libro, porque el tiempo está cerca.

Hebreos 10:37

Porque aún un poquito,
Y el que ha de venir vendrá, y no tardará.

Apocalipsis 22:7

¡He aquí, vengo pronto! Bienaventurado el que guarda las palabras de la profecía de este libro.

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Son mucho más las evidencias en el Nuevo Testamento
que confirman que Jesús debía volver durante esa generación,
si no volvió, su mensaje sobre un futuro pero cercano reino fue la farsa más grande de la historia
y en consecuencia, la Iglesia del primer siglo vivió y murió creyendo en una mentira. Sin embargo, creemos que
Jesús no mintió, él vino e instauró su reino de justicia sobre la tierra, un reino (espiritual) que no tendrá fin jamás.








 
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