Doctrina de la Salvación
La doctrina de la salvación es uno de los temas más preciosos de la Biblia, pero al mismo tiempo uno de los más complejos de entender a su cabalidad. Hay diferencias muy marcadas dentro del cristianismo con relación a esta doctrina, y cada una con sólidos argumentos bíblicos. Grandes predicadores del pasado y aun del presente han estado divididos por causa de la interpretación que han dado a este tema. Una percepción muy personal que tengo, es que muchos cristianos evalúan el efecto de la salvación en base al comportamiento que experimentan las personas. Es decir, para creer que una persona es salva, esta debe mostrar una conducta intachable. Sí esta cae, automáticamente pierde su salvación, pero sí se arrepiente vuelve a recuperarla. Estoy totalmente de acuerdo con que una persona que es salva debe vivir una vida que agrade al Dios que le salvó, pero no creo que la salvación de una persona deba medirse por su conducta, lo que equivaldría a buenas obras, sino que debe observarse la atracción que Dios ejerce sobre tal persona. Nadie por sí mismo busca a Dios. Su estado es de un muerto espiritual, y por lo tanto no puede buscar a Dios. La Biblia enseña que es Dios quien elije (Ef.1:4; 2Tes.2:13; 2Tim.1:9), y no elije por cualidades que ve en nosotros, no, sino solamente por Su gracia.
2Tim. 1:9
“quien nos salvó y llamó con llamamiento santo, no conforme a nuestras obras, sino según el propósito suyo y la gracia que nos fue dada en Cristo Jesús antes de los tiempos de los siglos”
Sí el hombre es salvo por la pura gracia de Dios, y no por obras, ¿por qué habría de perderse por no poder hacer las buenas obras? Este es un tema que ha dividido a los teólogos por siglos, y por lo mismo a la Iglesia de Cristo. Por un lado, están los que creen que la salvación, aunque nos es dada por gracia, sí puede perderse, si no vivimos de acuerdo a la Palabra de Dios. Y por el otro, están los que creen que si fuimos salvos por gracia, por esa misma gracia seremos conservados salvos hasta el fin de nuestras vidas. No sé de qué lado está usted, pero, déjeme decirle que no soy yo ni su pastor quien debe convencerle de la verdad sobre esta doctrina, sino Dios por medio de Su Santa Palabra. Algunas personas que me han escrito me critican severamente por sostener que la salvación no se pierde, incluso alguien me pregunta si me he vuelto un “Calvinista” (seguidor de las enseñanzas de Juan Calvino), y si es así, sienten compasión o lástima por mí, porque según él, estoy totalmente equivocado. Bueno, respeto la opinión de todos, pero creo que muchos que critican, son simplemente “loros” que repiten lo que otros han dicho sin darse el trabajo de investigar profundamente sí esto es así o no. Cuando dos personas piensan diferentes sobre un mismo tema, por lo general,( no siempre), una debe estar equivocada, y eso debería ser una buena razón para investigar si mi doctrina es 100% bíblica o no.
Por último, quiero decir que no soy ni calvinista ni arminianista, ni siquiera deseo considerarme evangélico, porque eso también hace diferencias. Quiero declararme simplemente “hijo de Dios” un elegido de Dios para esta salvación tan grande.
Hoy puedo entender que esta salvación no está limitada a unos pocos, como antes creía, sino que es una salvación que alcanza a todo el mundo. La Biblia enseña muy claramente que por el pecado de uno solo, Adán, todos murieron, así también, por la justificación de uno solo, Cristo, todos tienen vida eterna.
Así que, como por la transgresión de uno vino la condenación a todos los hombres, de la misma manera por la justicia de uno vino a todos los hombres la justificación de vida.
Romanos 5:18
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