Artículo tomado del capítulo séptimo del libro ¿Entiendes lo que lees?
escrito por Eduardo Mondaca
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SATANÁS EN EL LIBRO DE JOB
Éste es el libro favorito para usar en favor de la existencia de Satanás. Sin embargo, nuevamente aquí se cae en el mismo error de interpretación de siempre. Para todos los que han realizado estudios bíblicos, incluso aquellos que tienen una mínima noción o base en las Escrituras, entienden que el libro de Job, de muy dudosa autoría por lo demás, pertenece al grupo de los libros "sapienciales" o poéticos de la Biblia. Esto quiere decir entonces que el estilo literario usado en el libro, no puede interpretarse literalmente, aun cuando el mensaje transmite la idea de un enemigo cercano a Job, quién habría sido, en algún sentido, el instigador de todas las calamidades del personaje central de la historia. Veamos algunos detalles importantes del libro.
Este es el único libro de la Biblia que nada dice sobre el pueblo judío, ni sobre su ley, ni nada relacionado con Israel, lo cual significa, que fue escrito mucho antes que éstos existieran como nación. Al parecer este sería el libro más antiguo de toda la Biblia. (La tradición y el Talmud atribuyen su autoría a Moisés).
El relato del capítulo uno, dice: Un día vinieron a presentarse delante de Jehová los hijos de Dios, entre los cuales vino también Satanás (v.6). Primero, no dice en donde fue esa reunión, sin embargo, por la misma Palabra entendemos que no pudo ser en el cielo, porque antes de Cristo, nadie había subido al cielo (Jn.3:13). Segundo, los hijos de Dios no podían haber sido ángeles, como algunos interpretes han sugerido, sino simplemente seres humanos que conocían a Job, y quienes habrían venido a rendir culto a Jehová: eso significa en la Biblia "venir o presentarse delante de Jehová"8
8Jue.20:26; 1Sam.2:18; Jer.36:9; Hech.10:33.
Es muy significativo descubrir que la preposición "entre", no solo significa "en medio de", sino además, "interior", lo cual nos da una mejor comprensión de la frase. En lugar de decir: entre los cuales vino también Satanás, se podría decir: "dentro de los cuales vino también Satanás". No olvidemos que Job se trata de un libro poético y, por lo tanto, su contenido está escrito alegóricamente. La historia es posible que no haya existido literalmente, sin embargo, la idea que pretende transmitir el autor con este lenguaje figurado, es que aun los hombres más piadosos sostienen fuertes luchas internas, y que "el satanás", que significa: adversario, engañador, acusador y enemigo, es su propia naturaleza carnal que lo lleva a estar siempre en conflicto consigo mismo y con Dios. La historia de Job, nos enseña que a pesar de la fuerte lucha que un creyente pueda experimentar, ya sea en su propia mente o por la gente que le rodea, será su fe, su confianza en Dios, lo que le dará finalmente la victoria. No nos debe extrañar que Satanás, es decir, ese espíritu de adversario y de acusador, haya venido dentro de los hijos de Dios. ¿Recuerda cuando Jesús reprendió a Pedro diciéndole: "¡Quítate de delante de mí, Satanás"!? No era que Pedro en ese momento estaba siendo utilizado por Satanás, sino simplemente fue su actitud o reacción opositora a los planes divinos que Jesús reprendió (Mt.16:23).
Por último, al parecer el termino Satán, representaría para los hebreos en el Antiguo testamento, a un ángel que cumpliría la función de un fiscal acusador delante de un tribunal, el cual sería Dios. Hay varios pasajes bíblicos que avalan esta idea, pero bajo ningún aspecto se trataría de un ángel malo, sino simplemente de un ángel ministro de Dios. Aparte del ángel acusador que vino con los hijos de Dios delante Jehová en la historia de Job, existe otro pasaje en donde éste ángel cumple con esta misma función de acusar, se trata de Zacarías 3:1 "Me mostró al sumo sacerdote Josué, el cual estaba delante del ángel de Jehová, y Satanás estaba a su mano derecha para acusarle". En este pasaje, como en el de Job, el Satán, no está para castigar a nadie, solamente acusar. Si usted lee bien el primer capítulo de Job, notará que nunca Satanás toma la iniciativa en la conversación, sino Dios. Es Dios quien pregunta y toma las decisiones; Satanás se ve totalmente atado e inhabilitado a la voluntad de Dios. Satanás pide a Dios que extienda su mano contra Job (v.11), Dios autoriza a Satanás a que le quite todo (v.12). Si Job, siendo tan creyente y piadoso como era, ¿no sabría él de la existencia de un ser espiritual malo, llamado Satanás, y de quien él debería cuidarse? Claro que hubiera sabido, si es que este personaje hubiese existido realmente. Sin embargo, encontramos en toda la historia de Job, que él nunca atribuyó su mal a otro que no fuera Dios mismo, y no culpándolo, sino reconociendo que Dios era soberano, y hacía lo que a él le placía hacer.
Job 2:9, 10 Entonces le dijo su mujer: ¿Aún retienes tu integridad? Maldice a Dios, y muérete.
Y él le dijo: Como suele hablar cualquiera de las mujeres fatuas, has hablado. ¿Qué? ¿Recibiremos de Dios el bien, y el mal no lo recibiremos? En todo esto no pecó Job con sus labios.
En el pasaje de Zacarías, vemos una situación similar, el satán, solo está parado a la derecha del sumo sacerdote Josué sin emitir ningún juicio, y es Dios mismo quien dice a Satanás: "Jehová te reprenda, oh Satanás" (Zac.3:2). Debemos recordar que lo que Zacarías describe es una visión: "me mostró", dice (v.1), y por lo tanto, debe entenderse como tal. Las vestiduras viles del sumo sacerdote, representaba su pecado, lo cual quiere decir que tales vestidos eran simbólicos, al igual que la figura de Satanás a su diestra, nada más prefiguraba la forma en que Josué se sentía delante de Dios, pero leemos que el ángel de Jehová ordena que se le quiten esas vestiduras viles, y le sean repuestas su vestimentas sumo sacerdotales para que ejerza nuevamente su ministerio. En ambos casos (Job y Zacarías), el satán, no es un personaje con personalidad y atributos, sino mas bien, un oficio; el oficio de un agente fiscal al servicio de Dios, encargado de llevar adelante una acusación en un procedimiento penal. El último pasaje en donde aparece este satán acusador es el Salmos 109:6 "Pon sobre él al impío, y Satanás esté a su diestra". Resulta muy interesante cuando se puede leer el mismo versículo o pasaje en varias versiones de la Biblia; lo que no ha quedado muy claro en una, se puede entender mejor en la otra. El Satán del salmo 109 no es el diablo o Satanás, como pareciera, de acuerdo con la traducción Reina-Valera, sino que simplemente, en el contexto del pasaje, el salmista pide a Dios venganza de sus enemigos; de aquellos que le acusan y le pagan mal por bien. A ellos él se refiere en el verso 4 en la versión hebrea como "satanes", en el sentido que se habían convertido en sus adversarios: "En pago de mi amor me han sido adversarios"; luego, cuando cita nuevamente el término satán en el verso 6, lo hace para referirse al juicio que deberían recibir esos impíos. Observe como dice en la NVI (Nueva Versión Internacional de la Biblia) "Pon en su contra a un malvado; que a su derecha esté su acusador". Lo que David pide es que quienes han obrado mal en contra suya, les sea pagado con la misma moneda, por eso pide que sea acusado por un malvado como él, refiriéndose a su enemigo. La palabra acusador en el verso 6 al igual que en verso 4 es satán en el original hebreo.
Nunca el Antiguo Testamento describe una imagen horrible de este satán, cada vez que aparece, se menciona como un ángel al servicio de Dios, aunque esta posición, según algunos eruditos, no sería legítimamente hebrea, sino correspondería a tradiciones que los judíos abrían adoptado de los pueblos circundantes a ellos.
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