Por Eduardo Mondaca
(Mi primer artículo preterista publicado)
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Posiblemente le sorprenda esta pregunta, y no es para menos, a quién podría ocurrírsele semejante herejía, ¿verdad? Pero si yo le demostrara con La Biblia abierta de que lo más probable es que Jesús no regrese en una nube ni de ninguna otra manera, ¿Qué haría? ¿Me condenaría? ¿Sentiría lastima de mí, porque pensaría que me he desviado de la verdad? ¿Cómo lo tomaría?
Desde hace un buen tiempo a la fecha, estoy en busca de la verdad con respecto a lo que la Biblia llama “Los tiempos postreros o finales”. Me ha llamado mucho la atención la enormidad de material escrito que hay sobre este tema, sin embargo ninguno de ellos me ha dejado cien por ciento satisfecho. He asistido a infinidad de conferencias en donde se ha hablado sobre los tiempos finales, y todos redundan en lo mismo. “Iglesia prepárate, Cristo viene; el escenario está listo para que entre en acción el anticristo; el fin se acerca, etc. etc”. Pareciera que el pueblo evangélico vibrara con la idea de un día final literal, en donde los astros caen a la tierra y esta tiembla y se funde en fuego; en donde multitudes mueren horrorosamente, mientras ellos gozan en los cielos de lo que interpretan como “Las Bodas del Cordero”.
La gran pregunta que me inquietó por mucho tiempo y que hoy la formulo abiertamente en este estudio, es la siguiente: ¿Es verdad todo esto? ¿Enseña efectivamente la Biblia sobre el fin del mundo? ¿Es cierto de que Jesús volverá a buscar a Su iglesia? Bueno, quiero invitarte a leer Las Sagradas Escrituras, y luego tu mismo juzga lo que ellas quieren decir:
En primer lugar observaremos algunas declaraciones que hiciera el mismo Jesús con respecto a Su venida:
En el capítulo 10 de Mateo, Jesús elije a sus doce apóstoles y luego los envía a predicar o anunciar a Israel de que el Reino de los cielos se había acercado. Los instruye de cómo deberán llevar a cabo la comisión, y les da a entender que muchos no creerán a la predicación y por lo tanto serán perseguidos por causa de este mensaje de juicio. En el verso 23 Jesús les declara algo sorprendente.
Mt. 10:23 “Cuando os persigan en esta ciudad, huid a la otra; porque de cierto os digo, que no acabaréis de recorrer todas las ciudades de Israel, antes que venga el Hijo del Hombre”.
Para leer y entender correctamente este verso y los siguientes hay que hacer uso del sentido común, y aplicar algunas reglas básicas de interpretación al texto. (Revise el tema “Aprendiendo a Entender”)
- ¿A quiénes está hablando Jesús? – Respuesta: A sus apóstoles.
- ¿A quiénes perseguirían en cierta ciudad? – Respuesta: A sus apóstoles.
- ¿Quiénes no acabarían de recorrer todas las ciudades de Israel, antes que viniera el Hijo del Hombre? – Respuesta: Sus apóstoles.
¿Entendió eso? Jesús está declarando a sus apóstoles que su venida tendrá lugar en un tiempo muy corto. Ellos no alcanzarían a recorrer todas las ciudades de Israel predicando, antes que él volviesenuevamente.
Y ahora ¿Cómo entiende este otro verso?
Mt. 16:28 “De cierto os digo que hay algunos de los que están aquí, que no gustarán la muerte, hasta que hayan visto al Hijo del Hombre viniendo en su reino”.
Este verso se repite casi muy similar en Mr.9:1 y en Lc.9:27, o sea, hay tres testigos de la declaración de Jesús. Aquí también debemos aplicar las mismas reglas de interpretación.
- ¿A quiénes está hablando Jesús? – Respuesta: Según el verso 21, Jesús está declarando a sus discípulos (apóstoles), el tiempo de su padecimiento, muerte y resurrección.
- ¿Quiénes según Jesús no gustarán la muerte, hasta que hayan visto al Hijo del Hombre viniendo en su reino? – Respuesta: Algunos de sus discípulos. (Probablemente Juan)
Ahora deberíamos preguntarnos lo siguiente: ¿A qué acontecimiento está haciendo alusión el Señor con esto de que “verán al Hijo del Hombre viniendo en su reino? Por la expresión “viniendo en su reino”debemos suponer que se está refiriendo a su venida. La versión de la Biblia Dios habla hoy, traduce esta expresión: “viniendo a reinar”, lo que significa que su venida no sería para poner fin a la tierra, sino para reinar sobre la tierra. Pero lo que es importante aquí es lo que dice con respecto a que algunos de los que están presentes, escuchando sus palabras, no morirían antes de ver ese glorioso día, el de su venida.
En Jn.21:22 Jesús le dice a Pedro con respecto a Juan, el discípulo amado:
“Jesús le dijo: Si quiero que él quede hasta que yo venga, ¿qué a ti? Sígueme tú”.
¿Cuándo ocurriría o sobre qué gran acontecimiento tendría lugar “SU VENIDA”?
En Mt.24 Jesús responde a la pregunta de sus apóstoles sobre que señal habrían antes que llegara el día de la destrucción del templo, ya que ellos quedaron impactado por la tremenda declaración de juicio que Jesús hiciera sobre el templo de Jerusalén en los primeros versículos. Es interesante notar que ellos asocian la destrucción del templo con el tiempo final y la venida de Cristo.
Observe que en ningún momento Jesús está relacionando los hechos que ocurrirán con otras personas que no fueran sus discípulos:
6 “Y oiréis de guerras y rumores de guerras; mirad que no os turbéis, porque es necesario que todo esto acontezca; pero aún no es el fin”
9 “Entonces os entregarán a tribulación, y os matarán, y seréis aborrecidos de todas las gentes por causa de mi nombre”
15 “Por tanto, cuando veáis en el lugar santo la abominación desoladora de que habló el profeta Daniel” (el que lee, entienda),
16 “entonces los que estén en Judea, huyan a los montes”.
17 “El que esté en la azotea, no descienda para tomar algo de su casa;”
18 “y el que esté en el campo, no vuelva atrás para tomar su capa”
20 “Orad, pues, que vuestra huida no sea en invierno ni en día de reposo”
21 “porque habrá entonces gran tribulación, cual no la ha habido desde el principio del mundo hasta ahora, ni la habrá”
23 “Entonces, si alguno os dijere: Mirad, aquí está el Cristo, o mirad, allí está, no lo creáis”
Se da cuenta, prácticamente todo tiene que ver con los discípulos y los judíos de esa generación.
Jesús está diciendo que su Reino vendrá con poder del Padre cuando tenga lugar lo que anunciaron los profetas, en especial Daniel. Sería durante la destrucción de Jerusalén ocurrida en el año 70 d/C que verían al Hijo del Hombre viniendo en la nubes del cielo, las nubes representan simbólicamente la autoridad y poder de Jesucristo , quien viene a reinar.
Ap.1:7 dice:
“He aquí que viene con las nubes, y todo ojo le verá, y los que le traspasaron; y todos los linajes de la tierra harán lamentación por él. Sí, amén”
¿Por qué le verán también los que le traspasaron?¿Quiénes son estos? Sin duda alguna se trata del pueblo judío, los principales responsables de la crucifixión de Cristo (vea Hechos 2:36).
En el verso 34 de Mateo 24 Jesús dijo:
“De cierto os digo, que no pasará esta generación hasta que todo esto acontezca”
Según la Biblia una generación consta de 40 años. Jesús está haciendo esta declaración en el año 33 aprox. d/C, lo que significa que la generación joven que existía en esos días viviría aún para la destrucción de Jerusalén, el día de venganza de Jehová, o día de retribución (Is.34:8; Os.9:7; Lc.21:22; 2Tes.1:6-10).
Jesús le dijo al Sumo Sacerdote:
Mt. 26:64 “Tú lo has dicho; y además os digo, que desde ahora veréis al Hijo del Hombre sentado a la diestra del poder de Dios, y viniendo en las nubes del cielo”
Todas estas declaraciones hechas por Jesús deberían hacernos pensar un poquito, reflexionar: ¿Por qué dijo lo que dijo? ¿Dan a entender estos versos que la venida de Cristo tendría lugar dentro del primer siglo?
Esto no es todo. Hay muchas otras declaraciones en el Nuevo Testamento que indican que la venida de Cristo estaba muy cerca de ellos, y no miles de años en el futuro como nos han hecho creer.
Heb. 10:25 “no dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos; y tanto más, cuanto veis que aquel día se acerca”
Heb. 10:37 “Porque aún un poquito, Y el que ha de venir vendrá, y no tardará”
Stgo. 5:8 y 9 “Tened también vosotros paciencia, y afirmad vuestros corazones; porque la venida del Señor se acerca” “Hermanos, no os quejéis unos contra otros, para que no seáis condenados; he aquí, el juez está delante de la puerta”
1Pe. 4:7 “Mas el fin de todas las cosas se acerca; sed, pues, sobrios, y velad en oración”
1Jn. 2:18 “Hijitos, ya es el último tiempo; y según vosotros oísteis que el anticristo viene, así ahora han surgido muchos anticristos; por esto conocemos que es el último tiempo”
Ap. 1:3 “Bienaventurado el que lee, y los que oyen las palabras de esta profecía, y guardan las cosas en ella escritas; porque el tiempo está cerca”
Ap. 22:7 ¡He aquí, vengo pronto! Bienaventurado el que guarda las palabras de la profecía de este libro.
Ap. 22:10 “Y me dijo: No selles las palabras de la profecía de este libro, porque el tiempo está cerca”.
Ap. 22:12 “He aquí yo vengo pronto, y mi galardón conmigo, para recompensar a cada uno según sea su obra”.
Ap. 22:20 “El que da testimonio de estas cosas dice: Ciertamente vengo en breve. Amén; sí, ven, Señor Jesús”.
Yo ya no espero a Cristo viniendo en las nubes para llevarme a su gloria, creo con todo mi corazón que hoy estoy sentado en los lugares celestiales. Es hoy que reinamos sobre la tierra, no en el futuro. Las moradas que él fue a preparar son nuestros cuerpos glorificados. Esas moradas de Jn.14:2 se refiere a nuestra posición en los lugares celestiales, por eso dice en el verso 3:
“Y si me fuere y os preparare lugar, vendré otra vez, y os tomaré a mí mismo, para que donde yo estoy, vosotros también estéis”
Observe lo que dice Pablo:
2Co. 5:1 “Porque sabemos que si nuestra morada terrestre, este tabernáculo, se deshiciere, tenemos de Dios un edificio, una casa no hecha de manos, eterna, en los cielos”
La ciudad santa, la Nueva Jerusalén, la de calles de oro y mar de cristal no es una ciudad literal que algún día descenderá del cielo. No, lo que Juan vio fue a la Iglesia glorificada reinando sobre la tierra. La que tiene el árbol de la vida que es Cristo en su centro y que produce 12 frutos cada mes y nosotros las hojas de ese árbol estamos para sanidad de la naciones. ¿No le parece maravilloso todo esto? ¿Por qué seguir esperando algo que ya tenemos? Pablo dice que al morir estaremos con el Señor (Fil.1:23), entonces, ¿qué sentido tendría que él nos viniera a buscar? El ya vino, lo dice la Biblia, y además dice que derrotó al diablo para siempre.
Satanás está destruido, derrotado, acabado. No tiene más poder sobre la Iglesia. Fue destronado, despojado, anulado. Su posición actual es estar bajo nuestros pies (1). Pablo dijo:
Ro. 16:20 “Y el Dios de paz aplastará en breve a Satanás bajo vuestros pies”
¿Cuándo tuvo lugar esto? Cuando Cristo vino en su Reino, en la gloria de su Padre durante la destrucción de Jerusalén en el año 70, y nosotros, la iglesia fuimos arrebatados al cielo espiritualmente para reinar con él para siempre. Amén.
Quiero invitarle a que lea los demás estudios que aparecen en la página, y los que irán apareciendo regularmente. Pido a Dios para que abra los ojos de tu entendimiento como lo hizo conmigo. Amén.
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NOTA
(1) Aclaro que hoy sostengo una posición muy distinta, con respecto a Satanás, a la que sostenía cuando escribí este artículo.
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